¡EL DOLOR DE UNA MADRE POR SU HIJO!
¡EL DOLOR DE UNA MADRE POR SU HIJO! El 11 de marzo del 2011, un grupo de rescatistas intentaban levantar los escombros del terremoto que acababa de azotar a Japón. El esfuerzo de los hombres por encontrar cuerpos con vida se hacía cada vez más difícil, hasta que uno de los voluntarios encontró algo que llamó su atención. Entre los restos de una casa derrumbada, se encontraba una mujer con la espalda y el cuello quebrados por el impacto de las paredes, pero su posición les pareció extraña. La japonesa se encontraba de rodillas, con los brazos en el suelo, como si estuviera orando. Uno de los rescatistas se acercó para tomarle el pulso y verificar que se trataba de un cuerpo sin vida. Al no encontrar signos vitales en la mujer se retiraron decepcionados. Repentinamente, uno de los hombres sintió la necesidad de volver a ver el cuerpo. No supo explicar el porqué, pero logró convencer al grupo de regresar a los escombros donde habían encontrado a la mujer. Él quería revis