¡NO DESTRUYAS TU VIDA! LA FIESTA DEL CARNAVAL NO ES LO QUE PIENSAS

 ¡NO DESTRUYAS TU VIDA!...

... LA FIESTA DEL CARNAVAL NO ES LO QUE PIENSAS


El Carnaval de este siglo, tiene todo el poder espiritual inmundo como el de hace miles de años. Se presenta como una fiesta inocente, que no tiene nada de malo. Esta idea ha engañado a millones de personas incluso dentro del cristianismo.

El Carnaval es una fiesta pagana llena de idolatría y adoración al demonio, que llega a ser peligroso para aquellos cristianos que están tambaleando en su fe y para los nuevos que han decidido recibir a Jesucristo en su corazón. Por eso estos días, muchas iglesias cristianas organizan campamentos y retiros fuera de la ciudad. Para cuidar a esas personas vulnerables, para alejar del bullicio del carnaval.


El demonio amenaza, con todas sus fuerzas malignas, para alejarte de Dios. Como alguien decía, que el maligno viene con estas palabras: “¿Sigues creyendo en Dios? Te dice que te ayuda y no lo ha hecho. Más bien vamos a festejar o ch’allar a la pacha mama.” Posiblemente, la misma pregunta has recibido. Y tú ¿Qué le contestas? ¿Estás a punto de aceptar y renunciar a tu fe?



Martín Lutero, al respecto, tomando el texto de Mateo 4:3, dice: “Y vino a Él, el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.”  En su explicación, Lutero dice:


“¿Aún dices que tienes un Dios? ¿Aún tienes a un Padre en el cielo que quiere cuidar de ti? Ahora, come y bebe lo que tu fe pueda darte. Haznos ver si tu fe puede saciar tu hambre y apagar tu sed. Tienes solamente piedras en vez de pan. ¿Puedes creer que eres hijo de Dios? ¿Crees que él es tu Padre, él que no te da ni un trozo de pan, sino que te deja en la miseria?” 


Con esos pensamientos el diablo tentó a Cristo. Y ciertamente Cristo padeció estas tentaciones porque no era de madera ni de piedra, sino un hombre verdadero. Con estos pensamientos hoy el diablo todavía tienta a todos los hijos de Dios. Sólo hay una diferencia: Cristo era y permaneció puro y sin pecado. Pero nosotros no.


Exactamente esa es la intención del diablo, que dudemos de Dios y caigamos en sus garras. Pero el Señor en su palabra, ya nos ha puesto en alerta, al decirnos: “Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar.” (1 Pedro 5:8 DHH).


Si nuestro enemigo, está buscando la oportunidad de hacernos caer, especialmente en estos días difíciles, la palabra de Dios es nuestra luz para no tropezar en el camino: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino”. (Salmos 119:105 LBLA)… Sabemos que en estos días veremos actividades en contra de Dios, disfrazado de costumbres aparentemente cristianas, a la verdad es adoración al demonio mismo. 



En 1 Juan 2:15-16, dice: “No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas.” (DHH)  


Como cristianos, el hecho de que esta fiesta incluya en su nombre a la carne ya debería ponernos en alerta, pues nuestro Dios nos advierte que, quienes siguen o practican las obras de la carne NO HEREDARÁN el Reino de los Cielos (Gálatas 5:16-21). Además de eso, por ser de origen pagano también tenemos la obligación de alejarnos de ella, pues de esto nos advierte la biblia en Deuteronomio 18:9-14.


A continuación, voy a citar algunos textos, espero y oro a Dios que Jesucristo nuestro Salvador te ayude a escapar de esta tentación:


“No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” (Éxodo 20:4)


“Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.” (1 Corintios 10:14)


“{No,} sino que {digo que} lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos celos al Señor? ¿Somos, acaso, más fuertes que El?” (1 Corintios 10:20-22)



Estamos a tiempo de meditar y entregar nuestro corazón a Jesucristo quien ha ofrendado su vida para salvarnos exclusivamente de las garras de satanás, que está condenado para siempre al infierno… Él no quiere ir solo y está arrastrando a mucha gente, por venganza (es lo que sabe hacer). En Juan 10:10, dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir…” Esa es la tarea de satanás. Porque él no conoce amor y perdón… Y en cambio el amor, perdón y todo lo bueno viene de Jesucristo. En el mismo texto a continuación, dice: “… Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”


En estos días, mientras que el mundo da la espalda a Dios, nosotros dediquemos todo ese tiempo a orar, leer la palabra de Dios y alabar al creador del universo. La bendición viene solo de Jesucristo. ¡A Él sea la honra y gloria por los siglos de los siglos! Amén.




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

NO JUEGUES CON EL PECADO

ESTO TIENES QUE LEER, ES PARA TI

VIERNES SANTO