DICIEMBRE EL MES DE LAS BUENAS NUEVAS
DICIEMBRE EL MES DE LAS BUENAS NUEVAS
Ya pronto nos despediremos del año 2022, estamos a las puertas del próximo año (Año Nuevo). Muchos comentan que no les gusta la navidad, por ver mucha necesidad y miseria. Y lo peor, los conflictos sociales y las enfermedades que hemos pasado, nos hacen ver que no hay esperanza… Pero, en medio de todo lo negativo que podemos estar pasando, brilla la luz de una esperanza viva. Las buenas nuevas de alegría para toda la humanidad: ¡El Hijo de Dios vino como un niño para salvarnos! “... su nombre es JESÚS (Salvador). Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo…” (Lucas 1:31-32).
Quiero empezar leyendo el libro de Juan 1:4-12, dice: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Estamos por celebrar la navidad, la fecha más importante para los cristianos, en la cual conmemoramos un acontecimiento extraordinario: El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, pero la navidad de este año 2022 vamos a celebrarla en condiciones muy diferentes a la comparación de hace 5 años atrás.
Es Jesucristo, la luz que alumbra en medio de la confusión y oscuridad, es la Navidad que recordamos cada año en este mes… Hemos pasado momentos muy difíciles en todo el mundo, tiempos de zozobra y en medio de todo lo negativo, en medio del dolor, vamos a celebrar la navidad, por todo lo que hemos pasado, y recibiremos en nuestro corazón la alegría más grande de todas las alegrías que hayamos tenido en nuestra vida.
En estos días vivimos una congoja terrible, por la convulsión social y la pandemia que nos ha traído enfermedades, muerte y dolor a millones de personas en el mundo. Es por eso que debemos hacer una reflexión sobre lo que verdaderamente significa la navidad, especialmente en estos tiempos que estamos viviendo, ¡nos recuerda el nacimiento del Salvador! Entonces, ¿cuál es el mensaje de la navidad para cada uno de nosotros? ¡El regalo de Dios, hecho realidad para siempre! Eso dice la palabra de Dios en Juan 1:4 “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”
Este año, aunque fue menor los contagios del Covid-19, de todas maneras se ha tornado un año muy difícil, por las secuelas que causó esta enfermedad, convulsión social y la sequía que estamos enfrentando, ha sido un año de sufrimientos todavía, pues millones de personas en todo el mundo sufren igual que en nuestro país, eso significa que millones de familias viven desorientados, sin ver la luz de la esperanza.
Es por eso que debo presentarte el mensaje maravilloso de la NAVIDAD: “En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” ¡Que maravilloso es recordar que, en nuestro Señor Jesucristo está la vida, que todos necesitamos! Él vino a nacer en este mundo para darnos vida.
Si confiamos y ponemos nuestra esperanza en Él, aunque estemos pasando momentos difíciles vamos a ser bendecidos, Él es la luz que vence todo temor y miedo:”... el verdadero amor quita el miedo…” (1 Juan 4:18 TLA) La vida que Cristo nos da, no es solamente para la vida presente, sino que, teniendo esta Luz en nuestro corazón, es para vida eterna, es para vivir aún más allá de este mundo ( Juan 10:28) ”y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”
En este tiempo de sombra de muerte, en Él está la luz para nuestra vida. Eso dice la palabra de Dios, en Juan 1:5: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”
Este año que se va, ha sido humanamente hablando, para muchos un año: de tinieblas, de sombra, de muerte; las tinieblas simbolizan temor, incertidumbre, pesimismo, luto, dolor. En medio de todo esto, brilla la esperanza, brilla la luz para cada uno de nosotros. La Navidad es el símbolo de amor y alegría, porque vemos el regalo de Dios para la desventurada humanidad.
Para muchas personas el amor se ha hecho realidad; aun en el horizonte de muchas tinieblas, resplandece la luz de Cristo Jesus, nuestro Salvador: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1:5).
Pero es maravilloso recordar que, cuando nuestro Señor Jesucristo nació en Belén, significaba que la LUZ VERDADERA había venido a este mundo. Y aunque estemos viviendo tiempos de tinieblas, la palabra de Dios nos recuerda que LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE.
Aunque en el nuevo año tengamos que caminar por caminos desconocidos, aunque haya temor en nuestro corazón por las cosas que podrían pasar, tenemos que saber que no andaremos en tinieblas, porque Dios ha prometido no desampararnos ( Isaías 42:16) “Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.”
Aún en tiempo de enfermedad y muerte, lastimosamente muchas personas rechazan la salvación y la vida. Lo mismo pasó cuando Cristo estaba en esta tierra, la mayoría de las personas rechazaron al Salvador que vino a ellos. La palabra de Dios, en Juan 1:10-11, dice: “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron.”
Nuestro Señor Jesucristo, hace más de dos mil años nació en Belén, vivió y creció en Israel, su pueblo. Aunque muy pocos creyeron en Él y lo recibieron, pero la mayoría no querían creer, ni recibirlo, al contrario lo rechazaron, lo menospreciaron, lo humillaron y lo crucificaron.
Rechazaron al hijo de Dios, es decir rechazaron al Mesías que les había sido profetizado, a pesar de los tiempos de crisis que estaban viviendo bajo el imperio Romano, ellos no quisieron reconocer a Jesús como su Señor.
El Señor vino para darles bendición, protección, salvación, pero ellos no quisieron. Eso es lo que vemos en Mateo 23:37, la triste realidad del pueblo al que vino a bendecir, las palabras son duras: !!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !!Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
Y eso es lo que lastimosamente está ocurriendo en estos últimos tiempos, hay personas que no quieren saber nada de Dios y es lo que ellos necesitan con urgencia. Porque, el Señor nos ofrece salvación, sanidad, bendición para nuestras vidas. Pero, muchas personas no quieren reconocer que necesitan de Dios, están poniendo excusas y su esperanza en sus propias obras, dejando y menospreciando lo que Cristo hizo en la cruz.
No quieren reconocer que la única esperanza en este mundo para el hombre, es Dios: el Dios misericordioso, amoroso y Todopoderoso. Isaías 44:6, dice: “... Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos, dice: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.”
¿Estás preparado para recibir la navidad? Para muchos es considerado como una fiesta pagana, pero, deja esos comentarios negativos, y recuerda que la luz brilló en medio de la oscuridad y también brilla en tu corazón, porque Él te ama.
En Juan 3:16, dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Recuerda el mensaje de esta Navidad: “... No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.” (Lucas 2:10). Prepara tu corazón para recibir la Navidad y alegrarte en gran manera. Amén.
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