DIOS CARGÓ SOBRE ÉL NUESTROS PECADOS

 DIOS CARGÓ SOBRE ÉL NUESTROS PECADOS


Estamos cerca a celebrar la Pascua… Estemos preparando nuestro corazón para recibir la esencia misma del mensaje, del sacrificio hecho en Semana Santa. En Isaías 53:6 NTV, dice: Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre Él los pecados de todos nosotros.  


El significado de estas palabras son muy profundas. Lo que estas palabras significan es, identificar y mostrarnos con claridad, cuál es realmente nuestra condición y problema. 


Nuestro problema ante Dios, es grave: El pecado nos aleja totalmente de Dios… El Apóstol Pablo, dice que: NADIE ES JUSTO, TODOS SOMOS PECADORES… Vamos a leer en Romanos 3:9-26 TLA: “... La Biblia nos lo dice: Nadie es justo. Nadie entiende nada, ni quiere buscar a Dios. Todos se han alejado de Él; todos se han vuelto malos. Nadie, absolutamente nadie, quiere hacer lo bueno. Sólo dicen cosas malas; sólo saben decir mentiras. Hacen tanto daño con sus palabras, como una serpiente con su veneno. Hablan con amargura y maldicen a la gente. Fácilmente se enojan…No saben vivir en paz, ni respetan a Dios… Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.”


El hombre por su propia naturaleza está totalmente corrompido y perdido, sin poder encontrar el camino correcto… ¡ESA ES NUESTRA CONDICIÓN!


Cuando el hombre piensa en Dios, quiere acercarse, siente la necesidad de su creador… Pero, quiere primeramente acercarse con sus fuerzas, llegar con sus buenas obras, confiando en sus propios méritos… 


El querer ser justo ante Dios, ¡SÍ! Es una necesidad en el hombre, porque somos creados para estar en estrecha relación con nuestro creador. Pero, desde la caída del hombre en el pecado, la creación de Dios se ha corrompido totalmente. En Romanos 2:15, dice: “llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.” (NVI).


Pero, Dios es tan misericordioso con la humanidad: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)


Él es la solución para nuestro mal… “Jesús le respondió: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.” (Juan 14:6 TLA).


Es un regalo gratuito e inmerecido: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.” (Efesios 2:8 NVI)


Si vamos a confiar en nosotros mismos o en nuestros méritos, nos vamos a decepcionar, ¿Cuántas veces hemos prometido a Dios no fallarle más? Pero, pasa unos minutos ya estamos fallando al Señor: Mirando, pensando, escuchando, renegando, etc…. 


Con razón el gran Apóstol Pablo, hablando de su comportamiento religioso y su preparación teológica, dijo: “Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos.” (Filipenses 3:8-9 TLA).


Cuando nos damos cuenta, que todo está hecho, y no tengo que preocuparme lo que tengo que hacer para añadir a la perfecta obra de Jesucristo, es entonces cuando dirijo mi mirada al calvario del Gólgota, alguien cumplió toda la Santa Ley de Dios y ofrendó Su vida por mi…


En nuestro texto central que hemos leído, podemos ver y contemplar el remedio que Dios aplicó para salvarnos de nuestro descarrío. La Biblia dice: “El Señor puso sobre Él los pecados de todos nosotros(Isaías 53:6), o sea, Cristo sufrió por nuestro pecado y para nuestra salvación, nos abrió camino al cielo. 


El Señor señala como nuestro principal error: Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.(Isaías 53:6). Esto quiere decir: Cada uno de nosotros queriendo llegar a Dios, lo hacemos a nuestra manera y con nuestro mérito propio. 


Uno dice: “Quiero ofrecer este sacrificio, quiero hacer algo para que Dios me perdone…” Pero, en nuestro texto principal dice que, eso es apartarse por un camino propio. 


Otro razona: “Ojalá Dios valore lo que hago para la iglesia, y me de lo que le he pedido”. Eso también es apartarse por un camino propio, según Isaías. Todos nuestros esfuerzos son inútiles. Necesitamos ayuda más poderosa que haya cumplido lo que no he podido cumplir y ha hecho lo que no he podido hacer. 


¿Quieres saber qué es lo que vale, para que tengamos paz con Dios? ¡Escucha!: “Jehová cargó en Él (en Cristo) el pecado de todos nosotros”. (Isaías 53:6). Sólo esto será aceptado. Por eso, antes de morir en la Cruz, Jesucristo dijo: “… consumado es…” ¡TODO ESTÁ CUMPLIDO! ¡TODO ESTÁ HECHO! (Juan 19:30).


El Señor miró con piedad nuestros miserables esfuerzos por salir del fango de nuestros pecados, tuvo lástima de nosotros, y nos dio un Hombre para que cargase el pecado de todos nosotros. Porque “al que no conoció pecado (al Santo Cristo), por nosotros lo hizo pecado” (2 Corintios 5:21). 


Dios ha hecho todo… Nosotros no hemos hecho nada…. Eso es lo que el profeta declara, que no fuimos nosotros los que cargamos nuestros pecados en Él, sino “Jehová”. Es la acción y voluntad del propio Señor, quien lo ha planificado así, ¡y por supuesto está satisfecho con lo que Él mismo ha dispuesto! Como dice San Juan: “¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29). 


Rosenius un siervo de Dios, hace más de cien años, al escribir en su libro: “Cada día con Dios”, dice: “¡Oh miserable alma mía, pecadora, agotada y abatida! Por favor recuérdalo siempre: ¡Es la obra del propio Dios lo que te salva! ¡Es Dios Padre personalmente quien decidió ofrecer esta propiciación! Entonces, ¿quién puede acusarte de tu pecado? El propio Dios del cielo, que es tu Señor y a quien tanto temes, cargó toda tu culpa, no en ti, sino en Cristo, para protegerte a ti de todas las condenaciones de la Ley.” 


¡Qué inmenso amor!... A los pecadores con cargos de conciencia ¡se les ofrece paz por medio de Cristo! Esta es la gran doctrina principal de toda la Palabra de Dios. ¡Bendito y alabado sea el Señor! Si tan sólo pudiéramos creer en esto… 


El Señor Jesús es el buen pastor, y dijo que “el buen Pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). Medita, por favor, en ese ejemplo. Imagínate primero un rebaño siguiendo a su pastor, que lo quiere conducir a lugares de verdes pastos y frescas aguas. 


Ahora imagínate que todas las ovejas se dispersan y alejan por diferentes caminos, mortalmente peligrosos. Y sin embargo el pastor va en busca de sus ovejas, Él ofrece su vida por sus ovejas. ¿No te parece un precio alto? Así somos todos los seres humanos. 


Él mismo quiere hacer todo lo que haga falta para la recuperación de la oveja. La oveja sólo necesita escuchar la voz de su Pastor… ¡TAN SOLO ESCÚCHALO, Y TU ALMA VIVIRÁ! “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:27-28 RVR 1960). Amén. (Escrito en base del Devocional “CADA DÍA CON DIOS)


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