ALIMENTO PARA EL ALMA
ALIMENTO PARA EL ALMA
En mi país Bolivia, especialmente en el área rural del altiplano y valle, tienen costumbres bien marcadas. Por ejemplo, en muchos lugares donde no hay caminos carreteros para trasladarse de un pueblo a otro, uno tiene que caminar distancias muy largas. Todos esos viajeros a pie, acostumbran descansar en lugares estratégicos al borde del camino.
Al llegar a ese lugar, el viajero descansa bajo la sombra de un árbol, come su merienda y bebe esas aguas frescas y cristalinas que bajan por esos riachuelos, con una vegetación única. De esa manera recuperan fuerzas para continuar caminando.
Qué buena ilustración, a lo que quiero referirme. En 1 Pedro 2:2, dice: “Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos este nutritivo alimento.” Necesitamos alimentarnos, para no desmayar y sufrir el dolor.
Piensa, qué crueles somos con nosotros mismos; negamos a nuestras almas el divino alimento de la Palabra de Dios. El Señor, por su misericordia nos ha dado para alimentarnos de Él y recobrar fuerzas, nos ayuda a apartarse de los obstáculos de la vida.
Alguna vez tratamos de leer apresuradamente, pero nuestros corazones y mentes están en otras cosas. Y al no obtener provecho de la lectura, decimos que la Biblia es un libro aburrido... Nuestro corazón necesita silencio y tranquilidad para recibir y nutrirnos con esas bellas palabras de vida.
El problema es la gran cantidad de cosas terrenales, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida, que son como espinas que ahogan la planta de la fe, como lo explica en la parábola del Sembrador: “La que cayó entre espinas… son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.” (Lucas 8:14).
Unos dicen: “Por el trabajo no tengo tiempo.” Pero, para chatear, ver la tele o compartir con amigos, hay tiempo. ¿Hasta qué punto puede llegar el ser humano con su creador?
Si descuidamos la palabra de Dios, el nuevo hombre se irá debilitando día tras día. nuestra fe se irá apagando; el temor a Dios y los frutos del Espíritu irán desapareciendo. Entonces comenzaremos a perder el control sobre nuestras debilidades y ser derrotados fácilmente por las tentaciones.
Que importante es el alimento espiritual. Dios dice: “Las llevaré a comer a los mejores pastos... Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos.” (Ezequiel 34:14 DHH). También, Jesucristo dijo: “Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre...” (Juan 6:51 DHH). Amén.
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