¡NECESITAMOS OÍR LA VOZ DEL BUEN PASTOR!
¡NECESITAMOS OÍR LA VOZ DEL BUEN PASTOR!
Una vez pregunté a una señora, que siempre veía con una semblanza alegre y muy activa en la iglesia, dije: “Después de la muerte ¿a dónde irás?...” Ella se detuvo un momento y me contestó con una sonrisa en los labios: “Me voy a un lugar hermoso, donde Dios, ha preparado para mí.” a esa respuesta le hice otra pregunta: “¿Por qué piensas así?…” Y me respondió con una seguridad firme (noté en su manera de expresar), dijo: “Porque Cristo es mi Señor, Él ha pagado toda mi deuda en la cruz. Él vive en mí corazón.”
Pero, hay todavía muchos cristianos que afirman que tienen miedo, cuando piensan y cuando alguien les habla de la vida eterna y dicen: “¡Es exactamente mi temor! Tengo la gracia de creer en Cristo, pero... ¿Cómo podré perseverar hasta el fin? Tantos abandonan la fe y se pierden...” A esto nuestro amoroso Salvador Jesucristo responde: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen…mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:14,27,28).
Ningún cristiano debe desesperarse pensando que en algún momento va a perder la salvación. Si Jesucristo vive en el corazón del cristiano las 24 horas del día, no necesita preocuparse; nadie puede ser arrebatado de las manos de su buen Pastor (Juan 10:28). A nadie se lo puede separar del amor de Dios en Cristo Jesús. Eso es lo que Dios nos promete en su Palabra. ¡Alabado y bendito sea Dios Todopoderoso!
Apreciado lector, te pregunto: ¿Qué enemigo puede hacerte daño si descansas en los brazos de tu buen Pastor? ¿Quién puede arrevatar cuando oyes la voz de tu Pastor y te mantienes cerca de Él? ¡Es nuestro consuelo! ¿Verdad? ¡Nuestro buen Pastor, cuida de nosotros y nos alimenta! Entonces, mantengámonos cerca de Él en todo momento, por medio del evangelio; el amoroso Padre nos fortalecerá y aumentará nuestra confianza y gozo en Él.
Si la oveja vive cerca de su Pastor, está en la protección del Todopoderoso, aunque se encuentre en dificultades y problemas, buscará a la perdida y recuperará la extraviada. De modo que aunque se haya desorientado y desviado del camino recto, Él no le abandonará. Irá tras esa oveja que quedó atrás, la buscará, la llamará por su nombre y la llevará en sus brazos.
Cuando la oveja obedece a la voz de su Pastor que le busca, la tomará en sus brazos y la pondrá sobre sus hombros y la llevará con gozo, con una sonrisa de haberla encontrado. Vendará las heridas a la que sufrió alguna fractura; restablecerá y confortará las almas severamente afligidas por Satanás, y les restituirá su paz y su salud.
Nuestro Señor Jesucristo, fortalecerá a la oveja débil, llevará en su regazo a las recién paridas y alzará a los corderos incapaces de seguir a la tropa. En fin, atenderá a todas sus ovejas en la forma en que haga falta.
Al escuchar estas palabras, ¿no te alegra? Yo sé que para muchos es una noticia que levanta el ánimo y sonreímos o tal vez lloramos de alegría... Las ovejas no tienen que hacer nada, solo escuchar la voz de su Señor y Salvador Jesucristo. ¡Lo único que el Señor dice es que ellas “oyen su voz”! Es lo mismo que decir: ¡que “confían” plenamente en Él! No esperan una cosa mejor, que lo que Él les ofrece...
Apreciado hermano, en tus sufrimientos trata de oír la voz de Aquel, en quien has depositado toda tu esperanza. Y esa voz (la palabra de Dios) te va a dar gozo, paz y fortaleza, que en ningún otro lugar vas a encontrar. El mismo buen Pastor nos asegura, con estas palabras: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.” (Juan 14:27 NTV).
Para que podamos entender lo que estamos diciendo, el oír significa entonces, prestar atención a lo que el Pastor nos dice, reverenciar al único Dios, hacer caso su Palabra, y también es muy importante distinguir la voz de Cristo de las otras voces extrañas. Esto es todo lo que hace falta que haga la oveja. ¡No es gran cosa! ¿Verdad? El buen Pastor por medio de su voz nos preserva para la vida eterna.
Entonces, con tan solo oír Su voz, todo queda solucionado. Sólo la voz del Buen Pastor (la Palabra de Cristo) hace falta y puede protegernos contra los terribles ataques de Satanás, contra las fuertes tentaciones de la carne, contra las seducciones del mundo, contra nuestra debilidad, incertidumbre, frialdad, arrogancia…en fin: Contra todo lo malo dentro y alrededor de nosotros.
Rosenius dice: “Ningún cristiano es tan fuerte por él mismo contra el enemigo o tan entendido, tan piadoso, tan firme que la maldad no lo pueda atacar, tentar y herir. Entonces, todo depende de adoptar la actitud correcta, dejando que la Palabra de la verdad lo decida todo; que pese más que nuestros propios razonamientos y sentimientos, permitiendo que la Palabra de Dios nos corrija, reprenda y aliente, según el caso. Esto es “oír la voz del Pastor”. Así se puede solucionar todo.”
Las ovejas fieles, dejan que su Pastor les hable: advirtiendo, amonestando y consolando con todo el amor y delicadeza. Luego, todo vuelve a su normalidad, tranquilidad y bonanza en el alma; en otras palabras, todo queda arreglado... Solo necesitamos estar cerca de ese amoroso buen Pastor, para escuchar esas hermosas palabras que nos dan más fe para depender de Él, en todo momento de nuestra vida.
Aunque no lo veamos con nuestros ojos carnales, pero, si oímos y obedecemos lo que Él nos dice, ningún poder del enemigo podrá separarnos de Su amor y cuidado (Romanos 8:38-39)... El Señor Jesucristo, que es mayor y más poderoso que cualquier problema, declaró a sus ovejas, con estas palabras: “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28). ¡Aleluya, alabado sea por siempre nuestro Salvador y buen Pastor Jesucristo! Amén. (Escrito en base al libro: “Cada día con Dios”),
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