¡NO DESTRUYAS TU MATRIMONIO!
¡NO DESTRUYAS TU MATRIMONIO!
Uno de los problemas que destruye y llena de dolor a la familia, es el divorcio. Pero, ¿cuál es el causante de este mal? Pueden contribuir muchos factores para este mal… Las parejas que han acudido a la consejería, la mayoría los que han caído en esta desgracia, son personas que han cometido “infidelidad”, cuando existe infidelidad hay violencia... totalmente han roto el Santo Matrimonio… Este mal ha convertido a muchas familias, en criaturas más desdichadas de la existencia de la tierra.
Hace años atrás, uno de mis ahijados de matrimonio me comentaba con un tono de mucha tristeza y lágrima en los ojos, él me dijo: “Lo que más he sufrido fue la ausencia de mi padre, aunque esporádicamente le veía… presenciaba en los parques a niños felices caminar junto a sus padres (papá y mamá) y yo, solo con mi madre… aunque hubiese vivido en el rigor de mi padre, pero hubiese querido que estuvieran juntos conmigo… Aunque no me faltaba el amor y cariño de mi amada madre, pero no era lo mismo… sentí un vacío enorme dentro de mí.”
Pasar por la experiencia de un divorcio sin duda alguna es una situación que ninguno desea atravesar. Un divorcio puede ser de mutuo acuerdo o incluso puede ser sorpresivo para una de las partes. Pero, al margen de lo que haya pasado, uno de ellos ha decidido y estaba de acuerdo con destruir la familia, sin importarles que un día hicieron un pacto en el altar ante Dios y los testigos presenciales… Sin importarles todo eso, han tomado la decisión de destruir el sagrado matrimonio que Dios ha instituido.
Romper una relación que se esperaba que fuese para siempre es una experiencia dolorosa donde ambas partes atraviesan un complejo proceso de duelo y muchas veces es necesario acudir a terapia para superarlo... Uno de los mandamientos de Dios, en Éxodo 20:14, dice: “¡No cometerás adulterio!” ¿Quién toma interés y da importancia a esta verdad? Hay pocas personas que respetan y toman con seriedad el “Santo matrimonio establecido por Dios.”
Este mandamiento, muchos lo frivolizan, consideran sin valor e importancia, muchos en este momento están insistiendo en el divorcio y luchando tenazmente, y lo peor estas personas se acomodan muy bien en su razonamiento, ignorando y dejando a un lado lo que Dios dice al respecto, o en su caso, también algunos “cristianos” buscando desesperadamente en la biblia, un texto que les apoye para defender su decisión equivocada, sin tomar en cuenta el contexto.
Esta decisión la toman porque hay alguien en medio, y para ellos la familia se convierte en estorbo y quisieran no tenerlo más… Aparentemente parece lo mejor como la manzana prohibida y atrayente al apetito carnal, pero no saben que al final morderá como la serpiente y tarde o temprano comparecerán ante el tribunal de Cristo y darán cuentas por lo que están haciendo… ¿Dónde escaparemos de la justicia de Dios? Se darán cuenta muy tarde que han destruido a toda su familia...
El sexto Mandamiento dice literalmente: “¡No destruirás el matrimonio!” Así vamos a interpretar este Mandamiento, es justamente lo que está diciéndonos el Señor Amoroso y Todopoderoso. Eso es lo que dice Rosenius en su explicación: “Recordemos que en realidad dice: “¡No destruirás el matrimonio!” Según la interpretación profunda y espiritual, se ataca al matrimonio con el mero deseo impuro.” Es justamente el resumen del devocional de Rosenius lo que escribo. Para mí es muy importante la opinión de otros entendidos en la palabra de Dios. Así no dirán: “Quién es el pastor René y qué sabe él para decirme esto...!” ¿Verdad?
Las Escrituras lo confirman en numerosos pasajes que la familia es la base de la sociedad. Como alguien dijo: “Como anda la familia, así anda la nación” y también Jessica Castro en su página web dice: “La familia es la base fundamental de toda organización social y humana”... Dios creó un hombre y una mujer e instituyó el estado del “Santo matrimonio”. La creación del hombre y la procreación de la raza humana eran dos pensamientos de Dios conectados entre sí.
La institución del matrimonio, la base para el sexto Mandamiento, está en el primer capítulo de la Biblia, en la historia de la creación: “Varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: ¡Sed fecundos y multiplicaos!” (Génesis 1:27-28). Y en el cap.2, v.24 agrega: “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
Si nos damos cuenta, que el matrimonio es una “UNIÓN SANTA”, instituida por el mismo Señor desde el comienzo de la creación, entendemos lo importante que es el sexto Mandamiento, y ¡Qué terrible delito contra la majestuosa autoridad divina es atentar de cualquier forma contra el matrimonio! ¡Quién destruye el matrimonio, trastorna y deshace completamente un estado santo y sumamente importante en la tierra! ¡Rompe lazos muy santos, consagrados por Dios mismo! ¿Puedes imaginar lo que le espera a esa persona que destruye el Santo mandato de Dios, sobre el matrimonio?
Rosenius explica al respecto: “Denigra y viola una relación sumamente pura, tierna y preciosa entre dos seres humanos. Infringe como un villano y criminal un derecho y una orden de Dios. Además, convierte felicidad en desgracia, y bendición en maldición. El bienestar de la humanidad, tanto para el presente como -por lo general- para la eternidad, descansa en el matrimonio.”
Comete ese pecado sólo quien destruye su propio matrimonio y también quien destruye el matrimonio de otra persona, esas dos personas darán cuentas a la justicia de Dios... En la pareja hay una parte inocente, que es afectada por este acto maldito... Esa persona inocente manténgase fiel a Dios, esperando que Él sea su ayuda y eterna felicidad, porque esa persona inocente lo está pasando como si estuviera en el mismo infierno. Muchos han tomado la decisión del suicidio o sucumbir en el alcohol. Para esas personas Jesucristo tiene una buena noticia, Él es su fortaleza para siempre. Entonces, Dios tiene un mensaje claro para todos los solteros y casados: “¡No destruirás el matrimonio!”
Porque, el infame adúltero no tuvo miedo al castigo y sus consecuencias. Es como cuando uno no experimenta el castigo de Dios, ni previene, más bien se entrega ciegamente, de repente viene el dolor y sufrimiento, recién reaccionan y dicen: “Por qué lo he hecho.” Si de verdad te has arrepentido, hoy estás vivo y hay esperanza en Jesucristo, Él te espera para ayudarte…
Pero, si no reaccionas a tiempo para arreglar, te espera lo peor, llegará el momento que tienes que comparecer ante el tribunal de Cristo. Tarde o temprano daremos cuenta a Dios de todo lo que hemos hecho. Puede no haber justicia en esta vida, pero un día llegará.
Apreciado lector, no pienses que te estoy acusando o que son palabras duras, mi propósito es que reflexionemos todos sobre este mal, que el enemigo está cubriendo de mucho dolor a muchas familias y quiero que vivas en la bendición de Dios, cuidando amando a tu cónyuge y a tus hijos… Jesucristo vino para que tengamos vida, vida en abundancia y ten cuidado del enemigo que viene a destruirte, es lo que dijo Jesucristo mismo en San Juan 10:10. Él te espera para perdonarte y darte bendición y paz en tu familia. (Mateo 10:34-36). Amén.
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