¡EN MEDIO DE LA PANDEMIA, UN MAL QUE DEVASTA FAMILIAS!!!
¡EN
MEDIO DE LA PANDEMIA, UN MAL QUE DEVASTA FAMILIAS!!!
Querido lector en esta oportunidad quiero hablarles de la infidelidad conyugal,
muchos de ustedes me lo han estado pidiendo. Todos estamos atravesando por
momentos difíciles y el que apunta a ser número uno es el COVID 19 y en medio
de ese mal hay mucha violencia, familias que están pidiendo a gritos ayuda,
para que se detenga de una vez este flagelo. Pareciera que en la misma casa, las
esposas o esposos conviven con su propio verdugo.
Esta violencia a muchos les ha llevado a cometer asesinatos y suicidios, vemos niños y cónyuges desesperados sufriendo las consecuencias... Según los informes de la prensa, la causa principal sería la traición… Una infidelidad destruye una relación matrimonial y también destruye a las personas involucradas; trae tristeza, ingratitud, caos, suplicio por celos, incertidumbre y baja autoestima. Estos males son sentimientos que experimenta una pareja que ha sufrido de una deslealtad sexual o sentimental.
Pero, esas personas, antes de consumar la infidelidad, se habrán preguntado: ¿Cuáles son las consecuencias de la traición a su pareja? ¿Saben en realidad a donde se están metiendo? Y ¿saben el peligro, que al final morderá como una serpiente venenosa? Creo que no, estos interrogantes ni se han imaginado…
Este mensaje o reflexión, como lo llamemos, está dirigido a aquellas personas que están a punto de cometer este mal. Y para que el mensaje tenga peso, me gustaría que lea la palabra de Dios en Proverbios 5:1-23, escrito por el sabio Salomón dirigido a su hijo.
Y como reflexión, también tomaremos en cuenta, lo que dice Alejandra de 30 años de edad, como experiencia suya acerca de la infidelidad: “Una persona infiel es alguien con baja autoestima y con muchos problemas que le llevan a tomar la decisión de mentir a la persona que ama. Eso no está bien, es mejor ser sincero que vivir en una mentira. No me imagino tener que vivir el día a día mostrando dos caras, pintando dos panoramas totalmente distintos a dos personas. Creo que es injusto para todos los involucrados…”
¡Dios es el autor del matrimonio! Y ¿Qué dice el autor del matrimonio? Él dice
que, el Matrimonio es sagrado, nada menos simboliza la relación de Cristo con
su Iglesia (Efesios 5:25). Por lo cual, el matrimonio es inquebrantable, es honroso
y de un alto decoro (Hebreos 13:4)… Si no tomamos en cuenta estas importantes enseñanzas,
vamos a vivir a nuestra manera, según nuestro razonamiento y el apetito carnal.
Y el resultado, es doloroso como dice Proverbios 5:4-5: “… al
final ella resulta ser tan amarga como el veneno, tan peligrosa como una espada
de dos filos.” (NTV).
Proverbios 6:32, dice: “… el hombre que comete adulterio es un necio total, porque se destruye a sí mismo.” (NTV). Esta expresión tan fuerte nos hace reaccionar, porque son palabras de Dios y no de hombres, porque el Señor sabe que es peligroso caer en la infidelidad...
En este mal, han caído personas conocedoras de la Biblia e intelectuales, como: pastores, sacerdotes y profesionales. El enemigo de Dios (satanás), cuando ataca no discrimina; está trabajando en contra de los sanos preceptos de Dios, de esa manera está arrastrando a mucha gente al infierno.
Si uno no toma en cuenta los consejos de Dios, el hombre o la mujer se pierde totalmente, hasta olvida y descuida a sus propios hijos: “Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo?”, dice Jeremías en el capítulo17 y en el versículo 9. Las consecuencias de ignorar los consejos de Dios, son devastadores y el sufrimiento engloba a toda la familia.
Veamos Proverbios 6:32, en otras traducciones, para entender mejor y para ver con seriedad el peligro de la infidelidad:
En la versión Dios habla Hoy, dice: “¡Qué imprudente es el que anda con la mujer ajena! ¡El que lo hace se destruye a sí mismo!”
En la Nueva Versión Internacional, dice: “Pero al que comete adulterio le faltan sesos; el que así actúa se destruye a sí mismo.”
En la versión Palabra de Dios para Todos, dice: “Pero el que se acuesta con la mujer de otro es un torpe, se destruye a sí mismo.”
Satanás
es experto en mentiras, y una de las formas de engañarnos es por medio de las
verdades a medias, lo cual es como una publicidad engañosa, ya que satanás
siempre nos cuenta una historia de las infidelidades que las hace ver muy
atractivas, llenas de emoción, de romanticismo, de amor, etc. Él engaña a
muchos, con esa frase mentirosa: “Amor a primera vista.”
Pero no nos muestra la historia completa, no nos muestra los verdaderos efectos o consecuencias del adulterio en el matrimonio, en la familia, y en nuestra vida espiritual. Es como ver las rosas y no tomar en cuenta las espinas.
La buena noticia es, tenemos en donde encontrar ayuda, hay solución… El Señor quiere salvarte de ese infierno porque te ama, por amor a ti y a mi ofrendó su vida muriendo en la cruz. ¿Cómo no nos ayudará? Con tanto amor y cariño te hace una invitación: “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto, dice el Señor. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.” (Isaías 1:18 NTV).
Para no caer en ese dolor y sufrimiento, Dios nos ha dado “su bendita Palabra”, en ella encontramos guía y ayuda, para transitar por el camino correcto, nos muestra lo que es un matrimonio sano y la historia verdadera de los que viven en adulterio, de los que se enredan en relaciones de infidelidad, y es por eso que se nos dice que los que cometen adulterio son faltos de entendimiento… Como dice Proverbios 6:27-29, la infidelidad, trae serias consecuencias:
Proverbios 6:33ª, dice: “Será herido y deshonrado...” Esto quiere decir que las consecuencias son profundas heridas y vergüenza, tanto en el corazón de las personas involucradas en esa relación de adulterio, como en su cónyuge la deshonra es eminente, aún los familiares (papá mamá y hermanos) quedan en vergüenza y mal vistos.
Proverbios 6:33b, dice: “… Su vergüenza no se borrará jamás.” Una vergüenza que no se olvida fácilmente, una infidelidad es un ultraje en contra de nuestro cónyuge, y un ultraje es insulto que ofende gravemente a una persona por atentar contra su dignidad, destruye nuestra credibilidad, daña la mente y el corazón y es una herida que deja dolorosas cicatrices que no se olvidan fácilmente o que son muy difíciles de olvidar.
Proverbios 6:34, dice: “Pues el marido celoso de la mujer se enfurecerá, y no tendrá misericordia cuando se cobre venganza.” Las infidelidades producen celos y conflictos en el matrimonio, llevan a muchos a querer buscar venganza, a tratar de dañar así como ellos han sido dañados, los celos causados por una infidelidad pueden ser usados por el enemigo para causar mucho daño (Cantares 8:6).
Proverbios 6:35, dice: “No acepta desagravio alguno, ni se calma ante muchos regalos.” Lastimosamente por las profundas heridas algunos sienten que no tienen la capacidad de perdonar, aunque algunos quieren perdonar, pero se les hace tan difícil o que no están dispuestas a hacerlo, y la relación se destruye por la falta de perdón, ya que una reconciliación comienza con el perdón y el perdón genuino solo se encuentra en una persona: JESUCRISTO (Lucas 23:24; Juan 8:36).
Si
a pesar de lo que hoy la palabra de Dios nos ha enseñado sobre la verdadera
historia de la infidelidad; pero, alguien insiste en continuar enredado en
ella, solamente queda esperar lo que dice, en Proverbios 29:1: “...El hombre que reprendido
endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina…” Y como dice también en Proverbios 28:13: “Los
que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan,
recibirán misericordia.”
Pero, a ti que estás leyendo este mensaje y dices que quieres cambiar, me dirijo a ti: “Ya has visto los peligros y has comprendido la historia verdadera de la infidelidad matrimonial, que no te habían contado antes, entonces ¿Qué vas a hacer? Ninguna obra humana puede salvarte … Lo único y correcto que puedes hacer es, dejar que Jesucristo sane tu ser y viva en tu corazón, de esa manera el Espíritu Santo de Dios, te va a guiar y fortalecer por el camino correcto.”
Eso significa, huir de esas relaciones, no caer más en ellas: “¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18 NTV). Pero, a donde vamos a huir, a un refugio seguro, ¡a los pies de Jesucristo! Solo Él tiene poder para ayudarte y para hacerte nueva persona.
Cuando vienes a Dios por medio de su Hijo Jesucristo, recibes perdón, gracia y inmerecida; hay un cambio total en tu vida y todo es nuevo. El Apóstol Pablo, al escribir a la Iglesia de Corinto, dijo: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” (2 Corintios 5:17 NTV). Amén.
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