¡DIOS SÍ TE ESCUCHA!

¡DIOS SÍ TE ESCUCHA!

Gracias a Dios por este día por darte alegría y escuchar tus oraciones |  Gracias a Dios por Este Día

 Hemos llegado al final del primer semestre del año, y definitivamente han sido seis meses muy difíciles para todos nosotros, han sido una primera parte del año llena de dificultades, de aflicción, de temor, de enfermedad, y de muerte para muchas personas. 

 Estamos viviendo situaciones que no comprendemos, todos quisiéramos que la pandemia terminara hoy mismo, muchos se preguntan ¿por qué Dios no detiene este virus?, pero es exactamente en estos momentos en los cuales verdaderamente debemos poner en práctica nuestra confianza en el Señor. Todo está bajo control del Soberano creador del cielo y la tierra, aunque no comprendamos lo que está pasando.

 Muchos tal vez se preguntan: “¿Por qué Dios no escucha nuestro clamor?” “Él ha escuchado nuestro clamor.” ¡Él siempre está atento a nuestra oración! (Marcos 11:24; 1ª Juan 5:14; Juan 15:7; Mateo 7:7-8).

 En seis meses de cuarentena, hemos visto como un virus afecta al mundo entero, y estamos camino a una nueva manera de vivir, que nunca habíamos vivido. Y seguramente hay momentos que nos hemos desesperado y hemos querido escapar y nos hemos dado cuenta que no podemos salir para ningún lado por la cuarentena.

 Tenemos que seguir confiando en el Señor y estar seguros que todo está bajo control del Dios Todopoderoso... Para terminar el año, aún nos resta un largo camino por recorrer y necesitamos descansar y ese descanso, solo podemos hacer en Jesucristo; en Sus manos todo va ir bien, así vamos a estar preparados para enfrentar lo que venga en este segundo semestre del año. 

 En medio de esta pandemia muchos están doblando rodillas, están regresando a su padre celestial, retomando oraciones que habían olvidado, Dios es grande y tiene un propósito para cada uno de nosotros.

 Quiero contarles una historia que me conmovió bastante; El 15 de Junio del 2020, recibí una llamada telefónica de una persona muy querida para mi familia, (una persona muy amable, de corazón sincero y dispuesto a ayudar a su prójimo), desde Buenos Aires – Argentina.

Mujer tailandesa que usa una máscara para proteger el virus, covid-19  orando por las bendiciones de dios para que el mundo esté a salvo de esta  epidemia. | Foto Premium

 Esa mañana en su llamada telefónica, sentí que estaba muy conmovido, me dijo: “Hermano gracias por orar por mí, he decidido casarme y arreglar mi vida delante del Señor y quiero que tú celebres mi matrimonio…” ¡Qué emoción más agradable!... Salieron lágrima de mis ojos, mi corazón floreció de alegría y dirigí mi vista espiritual a Dios en quien he confiado siempre. En ese momento nuestro Salvador Jesucristo me confirma, que Él sigue a mi lado atento a mi oración, como hace cuatro décadas.

 En este tiempo de pandemia Dios está restaurando a todos sus hijos, cumpliendo sus promesas: “Dios no es un hombre, por lo tanto, no miente. Él no es humano, por lo tanto, NO CAMBIA DE PARECER. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?” (Números 23:19 NTV). “Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, ÉL ES FIEL Y JUSTO para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9 NTV).

 Cuando fui a visitar a una familia, una señora me preguntó: “¿Cómo podré saber si Dios me ha escuchado y me va a contestar? Tanto tiempo oro y no pasa nada. Tengo miedo de abandonar mi fe...” La respuesta nos da el mismo Salvador Jesucristo, que dice: “YO SOY EL BUEN PASTOR; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí… Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ELLAS ME SIGUEN. Les doy vida eterna, Y NUNCA PERECERÁN. Nadie puede quitármelas” (Juan 10:14,27-28).

 Ningún cristiano debe desesperar pensando que Dios no nos responde. ¿Sabes hermano? Él es nuestro pastor quien nos cuida, Él sabe lo que necesitamos. Para Dios somos criaturas preciosas, Él nos ama (Juan 3:16). Nadie necesita perderse y nadie puede arrebatarnos de las manos del buen Pastor. ¡Él nos conoce!... dice: “Yo soy el buen pastor; CONOZCO a mis ovejas…”

 Lo único que puedes hacer es estar cerca de Él, caminar con Él, seguir confiando en Él, la ayuda siempre llega en el momento preciso… Dios tiene su propio tiempo y sabe en qué momento concedernos nuestra petición. En esto insiste el salmista David: “NO PERMITIRÁ QUE TU PIE RESBALE; jamás duerme el que te cuida.” (Salmos 121:3 NTV). Dice también: “Temed a Jehová, vosotros sus santos; PUES NADA FALTA A LOS QUE LE TEMEN” (Salmos 2:11; 34:9).

 ¿Qué nos asegura Cristo? ¡Que Él nos cuida en todo momento de nuestra vida! ¿Por qué Jesucristo se preocupa tanto de nosotros? ¡Porque a Él le ha costado su propia vida para rescatarnos!… Él es nuestra vida, nuestro Buen Pastor que nos rescató con gran precio, por eso somos valiosos para Él, solo Él sabe lo que necesitamos. (Juan 10:11-17). Él es el omnipotente Dios… ¿Qué enemigo puede hacer daño a la oveja que descansa en sus hombros, oyendo su voz y manteniéndose cerca de Él?

Pastores Según Mi Corazón

 Él nos dará lo que nos hace falta y alimentará a sus ovejas. O sea, nuestro Salvador nos mantendrá seguros en todo tiempo; fortalecerá y aumentará nuestra confianza y nuestro gozo de vivir cerca de Él (Juan 6:37). Jesucristo es nuestro amor, nuestra paciencia y nuestra esperanza. Con razón el apóstol Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21) y también dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13).

 El buen Pastor buscará a la oveja perdida y recuperará a la extraviada (Lucas 15:4). De modo que aun cuando nos hayamos extraviado y desviado del camino recto, Él no nos abandonará. Irá tras la oveja que quedó atrás, la buscará y la llamará. Eso dice Su Palabra: “Yo mismo cuidaré de mis ovejas y les daré un lugar para que se recuesten en paz, dice el Señor Soberano. Buscaré a mis perdidas y las traeré sanas y salvas de regreso a casa. Vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles...” (Ezequiel 34:15-16 NTV).

 Entonces, ¿por qué desesperarme si no recibo una respuesta inmediata? Sé que mi Señor me ha escuchado atentamente mi petición, Él sabe lo que necesito, antes que se lo diga: “… nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.” (Mateo 6:8 TLA). Entonces ¿por qué voy a temblar de miedo? “… Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida…” (Salmo 23:6).

 Para aprovechar su amor y cuidado, necesitamos estar cerca de nuestro buen Pastor (Jesucristo). Si caminamos con Él tendremos fuerzas, cuando nos sentimos débiles, cuando nos sentimos incapaces de seguir caminando en la tropa, Él nos llevará en sus cariñosos brazos… ¿Cómo podemos dudar de su amor? ¿Cómo nos olvidará, si para rescatarnos derramó su preciosa Sangre, por amor a nosotros? (Mateo 18:10-14).

 Entonces, ¿qué pueden hacer las ovejas? ¡Solo confiar en las perfectas obras de Cristo! Porque nuestras obras delante de Él, no sirven para nuestra salvación: “Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios. Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrasan como el viento”. (Isaías 64:6 NTV). Y en el Nuevo Testamento el apóstol Pablo, dice: “… Por amor a Él (Cristo), he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:8 NTV).

 Lo único que el Señor dice en su palabra, es que “las ovejas oyen su voz”. (Juan 10:11-17). Es lo mismo que decir que “confían” en las obras perfectas de Cristo. No esperan cosa mejor, que lo que Jesucristo les ofrece… El cristiano, en sus sufrimientos oye la voz del buen Pastor, en quien deposita toda su esperanza pase lo que pase. Oír significa prestar atención, reverenciar, hacer caso y distinguir la voz de Cristo de las voces extrañas. Y esto es todo lo que hace falta.

Domingo del Buen Pastor – Se llenaron de inmensa alegría

 No escuches otra voz en tu corazón, cuando el diablo te sugiera que Dios no te escucha y se ha olvidado de ti, no lo tomes en cuenta. Con sólo haber prestado atención a esa voz mentirosa, te aleja de tu buen Pastor… Mientras podemos oír la amorosa voz de nuestro Pastor (el evangelio de Cristo), amémosla y aprovechémosla diligentemente, para recibir fortaleza para nuestra fe… ¡Escuchemos atentamente a ese fiel Amigo, que nos acompaña y nos habla por medio de su Palabra (la Biblia)!

 En tanto que, Aunque no lo veamos andamos con Él, y en tanto que lo oigamos hablando a nuestros corazones, ningún poder del enemigo nos podrá desanimar, ni separarnos del bendito amor de Dios, que disfrutamos cada día por medio de Cristo Jesús (Romanos 8:38-39). Porque nuestro Señor Jesucristo, que es mayor y más poderoso que cualquier enemigo, declaró solemnemente a sus ovejas: “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan10:28). Amén.

Jesucristo el Buen Pastor


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