¡NO A LA VIOLENCIA FAMILIAR! (Violencia familiar en la pandemia)
¡NO A LA VIOLENCIA FAMILIAR! (Violencia familiar en la pandemia)
Lastimosamente no es excepción en hogares “cristianos” las mujeres, los niños y las niñas están siendo víctimas de violencia de parte de sus esposos y de sus padres. Muchos están sufriendo en silencio y sin esperanza, pues han llegado a la conclusión que eso nunca va a cambiar o hasta han considerado algo normal. Pero, esto bajo ninguna circunstancia es normal, ni aceptable
¿Qué es la violencia familiar?: La violencia familiar es, cualquier tipo de abuso de poder de parte de un miembro de la familia sobre otro. Este abuso incluye maltrato físico, psicológico o de cualquier otro tipo. Incluso ver o escuchar las peleas violentas de sus padres es violencia y puede tener implicaciones psicológicas muy duras.
2.
Es manipulador. Usa frases como “si tú me quieres harías esto por
mí”, “si tú no eres mía, no eres de nadie”.
3.
Todo el tiempo responsabiliza a la mujer de lo que le ocurre.
4.
Controla el cuerpo y la sexualidad de las mujeres.
5.
Descalifica a la mujer. Siempre le dice que no puede hacer las
cosas y que no es inteligente.
6.
No expresan sus sentimientos de malestar. Solo lo hace cuando
están al límite, por medio de golpes o agresiones verbales.
Según el pastor Oscar Flores, dice: “Primeramente debemos reconocer, algunos tipos de violencia doméstica para que podamos erradicar dentro de nuestros hogares.” Vamos a ver esos tipos de violencia:
VIOLENCIA FÍSICA: Es el uso de la fuerza para dañar tanto a la pareja como a los niños y niñas, con acciones tales como: Pellizcos, empujones, puñetazos, puntapiés, etc.
Dios en Su palabra (La Biblia), nos muestra que la mujer no debe ser maltratada sino que debe ser tratada con respeto y amor: “De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada estorbe las oraciones de ustedes.” (1 Pedro 3:7 NTV).
VIOLENCIA PSICOLÓGICA Y EMOCIONAL: Es el tipo de maltrato, que se manifiesta con insultos, intimidaciones, humillaciones, actitudes de menosprecio, de desprecio, chantajes y manipulación.
Con estas conductas el agresor pretende controlar al otro provocando sentimientos de desvalorización, inseguridad, dependencia, y baja autoestima.
Algunos de estos agresores piensan que es normal esa actitud; para ellos no es ningún mal usar palabras hirientes en contra de su familia… Pero, la palabra de Dios nos muestra lo contrario, las palabras que pronunciamos tienen poder para: bendición o para herir o matar: “Algunas personas hacen comentarios hirientes, pero las palabras del sabio traen alivio.” (Proverbios 12:18 NTV). “MUERTE Y VIDA están en poder[a] de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.” (Proverbios 18:21 LBLA).
Según el consejo de Dios, nuestras palabras deben contribuir a la edificación de la familia: “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.” (Efesios 4:29 NVI).
VIOLENCIA SEXUAL: El abuso o violencia sexual se refiere a cualquier acción en la cual se presiona u obliga a alguien a hacer algo de índole sexual que la otra persona no quiere hacer, pueden ser tocamientos, acoso, violación, chantaje por imágenes o videos, etc.
Ante estos abusos no podemos callar, no podemos tomar una actitud indiferente, pues muchas veces el silencio de la familia y la indiferencia es más hiriente y causa más dolor que el mismo abuso... Dios castigará a la persona que cometan este mal: “Pero si un hombre encuentra en el campo a la prometida de otro hombre y la obliga a acostarse con él, entonces sólo se dará muerte al hombre que se acostó con ella.” (Deuteronomio 22:25 DHH).
¿Qué podemos hacer si hay violencia en casa, especialmente en estos días de cuarentena?:
LA AFECTADA, debe vencer el miedo y denunciar. En muchos casos es necesario reconocer que la única forma de frenar esa violencia en el hogar es atreverse a denunciar al abusador, pues la violencia y los abusos siempre van con amenazas y en muchos casos llega hasta la muerte de la persona que la está soportando.
Tienen que denunciar, porque las autoridades están puestos por Dios, para cuidarnos: “Porque los gobernantes no están para causar miedo a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien, y la autoridad te aprobará, porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te portas mal, entonces sí debes tener miedo; porque no en vano la autoridad lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo.” (Romanos 13:3-4 DHH).
EL AGRESOR, reaccionar que está haciendo mal y necesita urgente correr a los pies de Jesucristo y pedir perdón, para ser una bendición para su familia. Recuerde que la esposa que tiene a su lado es su compañera de viaje en esta vida, la única que velará por ti, ella es la mamá de tus hijos…
Los hijos crecen y un día se convertirán en personas que van a cuidar de ti, cuando tú seas anciano. ¿Cómo lo harán, si hoy lo estás alejando con tu actitud?
Ahora es día de reflexionar y buscar ayuda en Jesucristo, Él está a la puerta de tu corazón para perdonarte y llenarte de ese amor verdadero (Apocalipsis 3:20)... Lo más acertado es reconocer que estás haciendo mal. La palabra de Dios, dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” (Hechos 3:19)
Hoy mismo puedes tener la bendición de ser llamado hijo de Dios, siendo una persona pacificadora en tu hogar, una persona que diga: “No más a la violencia en mi hogar.” Hoy puedes cambiar para dejar un bonito recuerdo en tu familia. La palabra de Dios, dice: “Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:9 NTV).
Por causa del pecado, el hombre se ha alejado del amor de Dios, y sabemos que satanás está haciendo estragos en la familia, porque este maligno solo conoce odio y destrucción; todo ser humano que no tiene a Dios, está sometido a este enemigo. En Juan 10:10, Jesucristo dice: “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir…” Después continua diciendo: “… pero Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10 DHH).
En muchos hogares falta la intervención de Dios, por eso la ausencia del amor verdadero provoca el odio y venganza. Porque solamente de Jesucristo viene el verdadero amor. Este amor, para muchos es desconocido; entonces, ¿qué es el amor? En 1 Corintios 13:4-7, dice lo que es el amor verdadero: “El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.” (NTV).
¿De dónde viene ese amor que el mundo
necesita? Viene de Dios, así dice en 1 Juan 4:7-9: “Queridos
amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el
que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a
Dios, porque DIOS ES AMOR. Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que
tengamos vida eterna por medio de él.” (NTV). Si no tienes a Jesucristo en tu corazón tan
difícilmente podrás amar a tu familia. Jesucristo te ama y te está esperando
(Juan 3:16; Apocalipsis 3:20)… Acude a Él, hoy mismo vas a ser nueva persona
(Juan 1:12-13; 2 Corintios 5:17).
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