¡CUANDO PASAS POR UN PROBLEMA! ¿TE SIENTES SOLO?
¡CUANDO PASAS POR UN PROBLEMA!
¿TE SIENTES
SOLO?
En una de las visitas
que hice a un hermano, me decía: “Parece que la vida es cruel con algunos y con
otros no”. Le pregunté: “¿por qué lo dices?” Él me respondió: “cuando era joven
me daba hambre y quería comer, llenar mi estómago y no tenía dinero, pero ahora
tengo dinero y por la edad, me hace daño comer lo que quiero.”
Al leer esta
historia, seguro estás pensado que a ti también te ha pasado lo mismo y la vida
también ha sido injusta y cruel contigo... Para entender mejor este mensaje, les
haré conocer un pequeño testimonio: En el mes de septiembre del 2004, mi cuñada
que vive en Buenos Aires (Argentina), llega a Sucre, pensé que el motivo era
para visitarnos, sin embargo, era para renovar su pasaporte con destino a
España.
Prudencia es la
penúltima de siete hermanos de parte de mi esposa. Ella siempre se ha
caracterizado en ser una persona preocupada en el bienestar de su familia, una
persona que no escatima ayudar a sus seres queridos, ella fue la persona que se
fue primero a Argentina y luego ayudó a que se vayan la mayoría de sus
hermanos.
De esa manera mi
cuñada se instala en la ciudad de Barcelona (España). Hasta entonces no
teníamos ni la mínima idea de viajar a España, aunque a veces por la inmensa
necesidad económica, pensaba viajar a algún lado para buscar trabajo.
EL 28 de octubre
del 2005, salí a la calle en busca de trabajo, como hasta el momento hacía
todos los días desde que perdí mi trabajo. De tanto caminar volvía a mi casa
cansado y sin resultados positivos, las puertas de empresas e instituciones
para mí se habían cerrado.
Cuando entro a mi
casa, presentí alguna noticia desagradable. Miro la sala, la cocina y nuestro
dormitorio no había nadie, como normalmente a mi esposa la encontraba en la
cocina o el comedor. Ella se encontraba en la habitación de mi hija mayor, las
encontré hablando junto a mi nieta con un tono muy triste. Hasta el momento no
entendía nada de lo que estaba pasando.
Mi esposa me miró
y con lágrima en los ojos me dice:
- René, Prudencia
me ha llamado de España, hay trabajo para mí. Ella me está prestando dinero
para mis pasajes…- Conteniéndose las lágrimas, continuó diciéndome: - Ya no voy
a sufrir caminando de un lado para otro –
En ese momento me
quedé pasmado, mi cuerpo empezó a sudar frio, temblé de impotencia y al mismo
tiempo sentí rabia y me sentí incapaz por no hacer nada. Sé que, en los dos
últimos años, las dificultades nos habían unido más en planificar mucho mejor
los gastos.
En ese momento de
la noticia, me sentí el hombre más desdichado del mundo. Parece que mi mente
quedó en blanco, no pude articular ni una sola palabra. De un momento de estar en
silencio, dije: -¿Verdad?...
Mi hija estaba
sentada a la orilla de su cama, con una tristeza en los ojos y me respondió: -Es
verdad papá… -
En ese momento la
noté que salían lágrima de los ojos y me recalcó con estas palabras, que
difícilmente puedo olvidar: -¡Mi mamá se va a España! –
Después de hablar
un momento, con pretexto de ir a la Iglesia, sin saber a dónde ir para pedir
ayuda y qué hacer, caminé hasta llegar detrás de los dos cerros de la ciudad de
Sucre (Churuquella y Sicasica). En ese lugar silencioso, solo había árboles y
piedras grandes, grité con todas mis fuerzas en mi desesperación: -¡¿Nadie
puede ayudarme?...! ¡Dios mío, porque te has alejado de mi…! -
Pensar que en la
casa nos quedaríamos sin mamá. No podía imaginarme lo que pasaría después de la
ausencia de la persona principal en la casa, la mamá. Cuando la mamá está en la
casa, los hijos y el papá siempre le preguntan a ella “¡Mamá, donde está…!
¿Puedes ayudarme a encontrarlo…?” ella sabe todo del hogar, de sus hijos y
esposo. El papá en la casa es diferente, pero la madre llena toda la casa.
Mi esposa se fue a
España, a sus seis meses también viajé con un trabajo seguro. Los planes de
Dios son misteriosos y no pude entender en ese momento. Pero ahora sí entiendo
que el amor de Dios y su cuidado, nunca se alejan de sus hijos. Con razón el Señor, dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos
8:28).
Dios
trazó el camino para sacarnos de la deuda, y nos regaló la alegría de poder
tener lo necesario: La casa y todo lo demás. Todo esto para el ser humano es muy
extraño. ¿Cómo puede Dios ayudar por medio de este sufrimiento? Pero, Él sabe
cómo hacerlo. En España hemos sido instrumentos en las manos de Dios. Hemos
compartido la palabra y he visto personas que se han acercado a Dios y nos han
tratado como parte de la familia, doy gracias a Dios por este privilegio tan
grande.
Con el breve
testimonio que he contado, estuve pensando en la vida de José en la Biblia, un
hombre intachable, obediente y ejemplo en la familia. Sus hermanos le hacían la
vida imposible por envidia, lo vendieron como esclavo a los comerciantes que
estaban viajando a Egipto, en Egipto fue culpado falsamente de intento de
violación, por la mujer de Potifar.
Entra a la cárcel,
no sirvió de nada su ejemplo de vida en este mundo lleno de injusticia. Pero,
José seguía manteniéndose íntegro delante de Dios. No se ha quejado, ni
renegado contra Dios por todo lo que le estaba pasando. Al final resultó ser la
persona que salva de hambre a su familia y a Egipto, porque fue nombrado
Gobernador de la tierra de Egipto. Eso es lo que dice la palabra de Dios: “Envió
un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por siervo.” (Salmos 105:17).
¿Acaso había una
sola persona que pensaba que era Dios quien envió a José a Egipto? No cabe
duda, nadie pensó que estaban en los planes de Dios ¿Dónde estaba Dios en medio
de todo esto? ¡Dios estaba ahí! Detrás de todos los sucesos, Él había escogido
a José para salvar a su pueblo de hambre.
Durante tu vida se
presentan una serie de eventos extraños. Te pueden parecer casuales, pero no lo
son. Dios tiene un propósito para ti y para otros, que van a ser bendecidos por
medio de ti. Hay tiempos en los que no podemos ver el camino de Dios. Tampoco
pudo José; pero él confiaba en la palabra de Dios y gracias a esta palabra
superó la prueba.
No te puedes
imaginar cuanto te ama Dios y los pensamientos de Él siempre son para bien. Por
lo tanto, debes prestar atención a lo que dice Su palabra (La Biblia). Esto te
ayudará cuando pases por aflicciones y pruebas. Te ayudará a entender, que Él
nunca te abandona.
Alguna vez te has
preguntado: ¿Una madre que ama a su hijo, puede abandonarla? ¡Nunca! Dios te
dice:
“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo
de su vientre? ¡Aunque ella lo olvide, yo nunca me olvidaré de ti!” (Isaías
49:15).
Suceda lo que
suceda, como hijo de Dios tienes que confiar en que no te va a dejar en las
manos de la casualidad. Hay un Padre Celestial que reina. Pero, a veces Él
decide incluir situaciones adversas en sus planes.
Por eso debes
permanecer en el camino de Dios a pesar de que pueda ser muy duro. Sujétate a
la voluntad de Dios. En la hora que Él sabe, te guiará de vuelta a campo
abierto. Serás una bendición para otros y glorificarás el nombre de Dios. “El
que con lágrimas enfrenta el sufrimiento, al último sonreirá con agrado.”
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