HOY ES NAVIDAD… NACIÓ NUESTRO SALVADOR
HOY ES NAVIDAD…
NACIÓ NUESTRO SALVADOR
La noche del nacimiento de nuestro Salvador
Jesucristo, ángeles dieron las buenas nuevas a los pastores que apacentaban sus
ovejas en el campo: “… les dijo: No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que
será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David
un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al
niño envuelto en pañales y acostado en un establo.” (Lucas 2:10-12 DHH)
No fue
anunciado por el gobierno o personas importantes de esos tiempos, fueron los
ángeles del cielo. Y ¿a quiénes fue anunciado las buenas nuevas? A los humildes
pastores, realmente fue un mensaje de esperanza y gozo. Les dijo: “…Hoy les ha
nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor…”
En esto surge una pregunta: “¿Quién necesita un salvador?”… Alguien dijera:
“Yo vivo bien, no me falta nada, ayudo a los pobres y hasta doy dinero a la
Iglesia ¿de qué tengo que salvarme?”
La
respuesta es clara y contundente: Todo ser humano es pecador y necesita ser
salvo… Rosenius en su libro “Cada día con Dios”, dice: “Si pudiésemos creer esto firmemente y vivir
conscientes de esta realidad, seríamos transfigurados de gozo y asombro.
Desearíamos partir de este mundo y clamaríamos con ansiedad, diciendo: “¿Cuándo
será quitado el grueso velo que nos impide tanto ver la gloria de Dios?” “¿Quién me librará de este cuerpo de
muerte?” (Ro.7:24). Pero, la caída de Adán ha corrompido tanto nuestros
corazones, que nos alegramos, alabamos y agradecemos muy poco.”
Es pura
verdad, muy poco o casi nada recordamos como debe ser esta fecha. En esta
Navidad, muchos se preocuparán en los regalos, en la comida, en divertirse, en
dar algunas palabras alusivas a fecha y ¿lo más importante? ¡Pasará desapercibido!...
Y algunos pensarán que su vida les está saliendo muy bien. A otros les parecerá
que todo está relativamente bien. También hay aquellos que sentirán que su vida
a veces sube y baja, pero están bien.
Si hoy
dejas de existir, ¿a dónde irás?... ¡Eso es la cruda realidad del ser humano! Una
vez que alguien se da cuenta de esta verdad, reconoce que va a necesitar a
Jesús... Solamente en Él encontrarás la SALVACION, solamente Él te dará la
verdadera esperanza para tu vida y te llenará de paz en tu corazón y por ende tendrás
esa tranquilidad de vivir en la protección de Dios. Ya no temerás la muerte,
estarás preparado para irte en cualquier momento, cuando Dios te llame a su
presencia.
Los que
quieren manejar solos su vida, nunca han celebrado una verdadera Navidad.
Tienen todo lo exterior, pero interiormente están pidiendo a gritos tener esa
paz con Dios. Esa paz trajo Jesucristo, al venir como niño a esta tierra. Por lo
cual, de ninguna manera podemos despreciar la Navidad... La fiesta es un
regalo. La familia y los amigos lo son también. Lo mismo se puede decir de la
comida y la bebida. ¡No es malo festejar! Pero, eres pobre si la Navidad no
incluye un encuentro con Jesús.
En lo más íntimo de nuestra vida vive el pecado. Así hemos nacido, y así es nuestra vida. Todo esto se debe al pecado original. Es este mal que nos lleva siempre al camino de solo satisfacción de los deseos de la carne. La orientación y actitud ante Dios no es como debería ser y esto nos ha pasado como herencia de generación en generación.
Por eso debemos
meditar seriamente la realidad de nuestra vida, en estas fechas del fin de año.
A pesar de la alegría sobre muchas cosas en esta fiesta de la Navidad, no
cambia nada si no permitimos que Dios toque lo más profundo de nuestro corazón
y tengamos verdaderamente la alegría de que Cristo ha nacido en nuestro corazón.
Eso es lo que quiere Dios.
No nos
envió a Su amado Hijo, solo para celebrar con buenos deseos su cumpleaños, con
regalos y fiestas. No, Él ha venido a Salvarnos. Él ha traído paz para nuestro
corazón. Hace miles de años antes de la primera Navidad, estaba anunciado: “Porque un niño
nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).
En los momentos difíciles que pasamos en esta
vida, necesitamos la ayuda de Dios ¿Verdad? En esos momentos de tormenta, estará
con nosotros nuestro Salvador, Él quiere vivir con nosotros. Él nos conoce
mucho mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos… No sabes cuánto te ama
Dios, no escatimó entregar a su amado Hijo a morir en esa horrible muerte, por
cada uno de nosotros (Juan 3:16).
La noche
buena es una marca importante en la historia de nuestra salvación. Pero la
noche buena no es la única noche en la que Dios ha intervenido. Entra también en
la noche oscura y fría de nuestra vida. Nuestro corazón sin Cristo está
confundido y lleno de oscuridad, necesita que
penetre esa luz de la Navidad... Apreciado lector, quiero que recibas a
Jesús, para que la noche de tu vida, tenga la maravillosa luz de Jesucristo.
Si lo
haces, la Navidad no solo será por fuera, también lo será en tu corazón. Jesús
te ama y quiere entrar en tu corazón (Apocalipsis 3:20). Vas a nacer de nuevo
(Juan 3:3). Y esta Navidad te haga una nueva persona (2 Corintios 5:17). ¡FELIZ NAVIDAD!
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