El regalo más precioso que Dios nos ha dado......... ¡¡MAMÁ!!!
El regalo más
precioso que Dios nos ha dado...
¡¡MAMÁ!!!
Voy a comenzar, con una anécdota muy tierna de Nathalie Sánchez, que recuerda de su primera hija, Camila; es una conversación en la que la niña, cuando cumplió 4 años de edad, le pregunta: ¿Mamá yo voy a ser tan grande como tú?
Nathalie le dice: Si hija, tú vas a crecer mucho y vas a ser grande. Te vas a convertir en
adulta.
-Camila: Mamá, pero
si yo voy a ser una adulta ¿ustedes qué serán?
-Nathalie: Bueno,
nosotros nos vamos a poner más viejitos, pero tú vas a crecer, te vas a casar,
vas a tener hijos y nos vas a venir a visitar todo el tiempo.
En ese momento a Camila se le aguaron los ojos.
-Camila: ¿Pero, por
qué los voy a ir a visitar?
-Nathalie: Porque vas
a tener una casa grande, vas a tener un carro…
-Camila: Pero será
una casa que no es la tuya.
-Nathalie: ¡Claro!
Una casa diferente, que no es la mía.
Camila se puso a llorar.
Su madre le pregunta, sin entender su reacción por qué lloraba,
y Camila, con lágrimas corriendo en las mejillas, dice: Es que yo quiero
vivir siempre contigo, no quiero que tú me abandones.
-Nathalie: Hija, yo
no te voy a abandonar nunca, serás tú quien que cuando sea grande no va a
querer a estar conmigo.
-Camila: Claro que
no, eso no es cierto. Yo siempre, siempre voy a querer vivir contigo.
Quién no quisiera retroceder en el tiempo y encontrarse en el regazo de su
madre, como Camila y decirle: “Mamita te amo y nunca quiero separarme de tu
lado”. ¿Verdad?... Cada vez que escribo un mensaje o preparo un sermón para
este día especial (día de la madre). Es tan difícil no derramar lágrimas, al
recordar esos momentos maravillosos que pasé a lado de mi amada madre, Ella ya
no está a mi lado, ya partió a la presencia de Dios hace 30 años atrás.
Pregunto: ¿Se puede comparar el amor de una madre? ¿Con qué se puede comparar? Cuando pronuncio la palabra madre, vienen a mi mente una imagen de ese ser excepcional, que tiene un amor incondicional, un amor puro y verdadero. ¡El nombre de una madre es sagrado y único! Ese amor es incomparable, lo único que lo supera es el grande amor de Dios hacia nosotros.
Dios ha sido tan amoroso con la humanidad, que depositó sobre una madre, un
amor, que permite que ella haga hasta lo más imposible por un hijo, y esto es
algo que nunca debemos de dejar por desapercibido.
Cuántos de nosotros desearíamos volver a vivir,
o al menos a recrear aquellos bellos y sublimes momentos, cuando nuestras
madres nos llevaban en sus brazos, nos enseñaban a caminar, nos daban de comer,
nos arrullaban, nos cantaban cada noche para que durmiéramos.
Ella nos llevó el primer día a la escuela, ella
nos preparó el refrigerio que hemos disfrutado cada recreo en nuestra
escuelita, luego, como no recordar y querer vivir nuevamente, las veces que nos
llevaba a pasear al parque, al cine, etc…y porque no decirlo, cuantas veces nos
defendían cuando alguien nos quería hacer algún daño, ella se ponía en frente
para protegernos.
Un autor anónimo,
refiriéndose a la madre, dijo: “Eres la
única persona del mundo que siempre está de forma incondicional. Si te rechazo,
me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me
abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes
hasta que me hagas reír. Eres mi amiga incondicional. Gracias.” (Anónimo)
Una madre no se rinde cuando ora por sus hijos, no se rinde al
aconsejarlos, aunque la respuesta a sus oraciones no llegue pronto, una madre
no deja de clamar, no deja de esperar, no deja de confiar que sus oraciones
serán contestadas.
Por todo esto y mucho más, ¡DIOS BENDIGA A NUESTRAS AMADAS MADRECITAS! El salmista compara la ternura de esta madre con el cuidado de Dios. La confianza sin límites que tiene una criatura que descansa en paz en brazos amados, es pequeñísima si la comparamos con el cuidado que Dios tiene por nosotros: “Como una MADRE consuela a su hijo, así los consolaré yo a ustedes, y encontrarán el consuelo…” (Isaías 66:13 DHH).
¿Se dan cuenta como los autores de la Biblia una y
otra vez comparan el amor de Dios con el amor de una madre? A continuación voy
a compartir, textos bíblicos que hablan del Amor de
una Madre:
Por amor, la madre de Moisés no dejó que muriera en manos de los
exterminadores, en esa época, estaban siendo atacados por el Faraón. (Éxodo
2:3) “Pero no pudiendo
ocultarlo por más tiempo, tomó una cestilla de juncos y la calafateó con
asfalto y brea. Entonces puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del Nilo.” Mi pregunta: ¿Una MADRE dejará en peligro de
muerte a su hijo?...
El amor que tuvo la madre de Samuel, dedicó a su hijo a Dios y cuando ya se
encontraba en el templo, venía trayendo su ropa de gala. (1 Samuel 2:19) “Y le hacía su madre una túnica pequeña y se
la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio
acostumbrado.” Mi
pregunta: ¿Una MADRE dejará de preocuparse si le falta ropa a su hijo?...
El amor de una madre en el tiempo de Salomón, velaba por el bienestar de su
hijo. (1 Reyes 3:26) “Entonces
la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le
conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no
lo matéis. Más la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo.” Mi pregunta: ¿Una MADRE dejará que otros
hagan sufrir, olvidando el bienestar de su hijo?...
El amor de una madre, lleva a clamar a Dios día y noche, por su amado hijo.
(Esta madre buscaba un alivio en el Señor Jesús…ella no podía ver sufriendo a
su hija endemoniada) (San Mateo 15: 22) “Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba,
diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es
gravemente atormentada por un demonio.” Mi pregunta: ¿Una MADRE dejará de clamar
para su hijo enfermo?...
Claro ejemplo para tomar en cuenta, la madre de nuestro Señor Jesús. El
valor que tuvo para poder soportar los padecimientos de su hijo. (San Juan 19:
25)
Hoy sea motivo de reflexión para todos los hijos… ¡Qué bendición y dicha
que su mamá les acompaña todavía! Reflexionen: ¿Qué actitud deberían tener
hacia su madre? La palabra de Dios nos da buenos consejos, lo que debemos
hacer:
Honrar. Honrar a nuestra madre, es: Obedecer, ayudar, alegrar, llevar en alto, etc. (Efesios 6:2-3 NTV) “Honra a tu padre y a tu MADRE. Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, TE IRÁ BIEN y tendrás una larga vida en la tierra.”
Respetar. Tener un
actitud de respeto, tenerlo en alto honor como corresponde a un ser tan
maravilloso. (Levíticos 19:3 NTV) “Cada uno de ustedes tenga gran
respeto por su MADRE y su padre... Yo soy el Señor su Dios.”
No deshonrarla nunca. En todo lugar comportarnos sin olvidar sus enseñanzas, para que nuestra
madre diga con alegría: “Él es mi hijo.” (Deuteronomio 27:16 NTV) “Maldito
todo el que deshonre a su padre o a su MADRE. Y todo el pueblo responderá:
¡Amén!”
No menospreciar. ¿Cómo menospreciar al ser que nos trajo a esta vida? El hijo que
menosprecia los consejos y enseñanzas de su madre, se apagará la luz de su
vida. (Proverbios 20:20) “Al que maldice a su padre o a su
MADRE, se le apagará su lámpara en medio de las tinieblas.”
La
preocupación de una madre es hasta el último momento de su vida en esta tierra:
Una de las frases que siempre las escuchamos, es: “¿Qué van a hacer ustedes cuando yo muera?”… ¿Por qué dicen? Porque, ellas saben las
necesidades que pasamos y ellas son las personas más importantes de la casa,
por su manera de servir a su familia…
He reflexionado en esa frase que tantas veces mi mamá decía pidiendo en
oración a Dios. Por eso el Dios de mi madre, no me abandona. Ella clamaba a
Dios por mí: “¿Qué va a pasar con mi hijo
cuando me muera? Señor nunca me lo dejes, está en tus manos…” ¡Gracias mamá
por orar siempre, por tus hijos!
Querida madre, ten por seguridad que tus hijos no quedaran desamparados. La
palabra de Dios, dice: “Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me mantendrá cerca.” (Salmo 27:10). Es por eso queridas mamás que nuestro Dios quiere
darles el máximo regalo, Su bendición, y por medio de ustedes a toda su descendencia.
Para terminar, quiero dirigirme a las mamás: Querida mamá FELICIDADES, en
este día especial, Dios te de fortaleza y mucha bendición. Amén.
Es tan hermoso tener una madre no hay palabras gracias Dios por darme una madre marabillosa y gracias por la reflecion tan hermosa pastor Rene
ResponderBorrarMuchas bendiciones de nuestro Salvador Jesucristo para su mamá y para toda su familia.
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