¡NO HAY AMOR MÁS GRANDE…!
¡NO HAY AMOR MÁS GRANDE…!
“La paga del pecado es muerte.” Esto lo
afirma la Biblia claramente en el libro de Romanos 6: 23. Si esto es así, ¿no te
has preguntado alguna vez por qué estamos aún vivos si somos pecadores? La respuesta es: ¡Por la gracia y misericordia
de Dios! ¡El amor de Dios, es más grande que su enojo! Es exactamente lo que
dice la
Biblia, en Salmos 103:8: “Misericordioso y clemente es Jehová, lento
para la ira, y grande en misericordia”…
Para ilustrar, quiero contarles una
anécdota, publicado por la Editorial Moddy, y dice: “Recuerdo que visité una ciudad en donde la gente iba a sacar agua de
un pozo favorito situado en uno de los parques. Un día le pregunté a un hombre
si el pozo se secaba. El hombre estaba tomando agua, y luego de terminar, me
dijo: - Nunca han podido agotar este pozo. Procuraron hacerlo hace algunos
años. Pusieron en funcionamiento las bombas del Cuerpo de Bomberos, sin
resultado alguno. Encontraron que hay un caudaloso río que corre por debajo de
la ciudad...”
¡Gracias a Dios, así es el pozo de la gracia
de Dios y la salvación! ¡Nunca puede agotarse!…
Pero, al leer Salmos 103:8, tal vez estés diciendo: “¡Este versículo, no es para mí¡ ¡Que infeliz soy! Dios es
misericordioso con sus amados… Ellos pueden reanimarse con este versículo,
¡pero yo no! A mí Dios me ha rechazado. Siento que está enojado conmigo y que
no quiere oír mi oración, no obtengo ninguna respuesta, sólo sufrimiento, amenazas
y temores. ¡El Señor me ha abandonado!” Y peor todavía, cuando escuchas a
alguien, que te ha dicho: “Porque has
fallado, Dios no quiere escucharte y la desgracia viene a tu vida y a la vida
de tu familia.” ¡Qué dilema tan desesperante! ¿Verdad?
¡Qué triste! ¡Pobre alma! Pero, ¿quién te
presentó a Dios, como malo y vengativo? Esos pensamientos vienen del diablo y tu
propio corazón malo. Por eso tienes una imagen totalmente distorsionada y falsa…
La Biblia presenta a un Dios lleno de misericordia y amor, Él siempre está con
un corazón dispuesto a socorrernos, aunque otros nos acusen y nos tilden de
culpables y perdidos. La palabra de Dios, dice: “Misericordioso y clemente es
Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para
siempre, ni para siempre guardará el enojo.” (Salmos 103:8-9).
Es cierto que Dios puede enojarse
contigo porque has desobedecido; pero, solo por algún tiempo. Y es cierto que en
ese tiempo de enojo, puede ocultar de ti su rostro y privarte de su benigna
presencia. Pero, es imposible que pueda rechazarte para siempre, y seguir enojado.
¡Porque, Dios te ama! La respuesta más clara y contundente, envió a su único Hijo
a morir en la cruz por ti (Juan 3:16). Dime: “¿Crees que esa Persona que tanto
te ama, puede abandonarte y olvidarse de ti?
Toda la palabra de Dios, desde el principio
de la Biblia hasta su fin, nos dice que todo el proceder de Dios con los hijos
de Israel y con nosotros, demuestran definitivamente, que el Señor jamás nos abandona
para siempre; excepto a los que perseveran todo el tiempo en su rebeldía y
menosprecio. Pero jamás abandona a los que le buscan sinceramente, a los que se
dejaron reprender, a los que en su aflicción invocan al Señor y quieren ser sus
queridos hijos… ¡Hay del que prefiere seguir
confiando en su propio corazón y sentimiento! ¡Ay del que no confía en Dios,
desafiando Su misericordia y Santidad!...
En Isaías 57:15-16, dice: “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y
cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el
quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues
decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.” ¿Es esta realmente la palabra de Dios? Entonces créala. ¡No trates
a Dios como si fuera un mentiroso! Pues es como dice este pasaje: Él contiende
o lucha con nosotros, pero no para siempre.
¡No permitas que
el diablo te zarandee y te desfigure la imagen de Dios! Su verdadera imagen
está en las palabras: “Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la
ira, y grande en misericordia.” “Misericordioso” significa que siente
compasión por nuestra aflicción, y no es capaz de permitir más sufrimiento si
invocamos su nombre. No permitirá que lo invoquemos en vano, Él está a nuestro
lado para socorrernos
Como dijo Jesús: “¿Acaso Dios no hará justicia a
sus escogidos, que claman a Él, día y noche? ¿Se tardará en responderles? (Lucas
18:7). Sin duda verá tu aflicción y Dios escuchará el clamor de sus hijos, que
día y noche claman a Él, y los atenderá… Y “Clemente” significa que es
compasivo, no se alegra con nuestro sufrimiento; tampoco nos paga conforme a
nuestros pecados, sino que obra con nosotros, conforme a su amor, pacto de paz
y gracia en Cristo Jesús, cuando clamamos a Él.
En nuestras almas surgen miles de ideas
e imagines de Dios. ¿Verdad? Pero la única imagen verdadera y genuina debe ser,
de Salmos 103:8… Tan pronto como aparezca cualquier otra imagen o idea de Dios
en tu alma, como por ejemplo, que Dios quiere
tratar contigo de acuerdo a tus hechos, o pecados; o que no se interesa por ti
y te ha abandonado, contesta inmediatamente: “No, esa es una imagen totalmente equivocada, falsa y distorsionada.” O dile estas palabras: “Esa no es la imagen de Dios, sino del
diablo. El verdadero Dios es: Misericordioso y clemente…
lento para la ira, y grande en misericordia.” Amén.
Muy lindo mensaje, tenemos que aprender a Dios como lo que es, el Dios de Amor que entrego a su Hijo por amor y que ahora su gracia es la que nos da la salvación...
ResponderBorrarUna abrazo y saludos. Muchas gracias por su comentario. La gracia y la misericordia de Dios siempre lo guarden a Ud. y su familia
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