¿HAY FELICIDAD EN EL MATRIMONIO?

Imagen relacionada


¿HAY FELICIDAD EN EL MATRIMONIO?

Introducción.
Muchas veces, al tener charlas en grupos, personas que están desesperados con los problemas que tienen, me preguntan: ¿Es posible la felicidad en la pareja? Parece increíble esta pregunta. Pero, es así. Por la situación que está atravesando la familia en los últimos tiempos, vemos familias sumidas en el sufrimiento…

Según el folleto titulado: “Crisis en la pareja”, de “CPTLN”, dice que, un grupo de investigadores observaron diferentes parejas estables y felices de diversas nacionalidades para establecer los puntos que tenían en común. Llegaron a la conclusión, que existen características comunes en las parejas sólidas y existe la felicidad.

Estas personas:

1.      Tienen compromiso con su cónyuge. Las parejas felices se ayudan mutuamente. Nutren constantemente su relación. Cuidan su relación, como se cuida una planta de rosas. Es trabajo de dos. No descuidan ni un momento esta hermosa relación, siempre están atentos y prestos para ayudarse el uno al otro.

Insisten día a día, el compromiso que tienen, uno con el otro. Entienden que, están en el camino de la vida los dos, ayudándose a llevar las cargas, hasta llegar a la meta… Antes de crear a la mujer, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” (Génesis 2:18). Y el apóstol Pedro escribe: “En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas.” (1 Pedro 3:7)

2.      Tienen aprecio mutuo. Las parejas sólidas se aman y respetan la individualidad del otro, su ser, su personalidad, su desarrollo en el mundo, su carácter y sus cambios de personalidad. Ambos miembros están satisfechos de la relación y disfrutan de las bendiciones de Dios. Pueden expresar y disfrutar de su relación íntima, tienen con quien hablar de todo, se sienten queridos y valiosos. Siempre resaltan lo positivo, olvidando lo negativo; porque lo negativo no edifica en nada.

¿Cómo puede alimentarse el amor? Dando y recibiendo pequeñas expresiones de cariño. Viendo los puntos positivos y las virtudes del cónyuge, y no solamente las flaquezas. Destacando las cualidades en lugar de ser críticos. Expresando el sacrificio que hace por la familia.

El consejo de Dios es: “Cada uno de ustedes ame a su esposa como así mismo, y que la esposa respete al esposo.” (Efesios 5:33). “Cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio.” (1 Corintios 7:2-3).

3.      Tienen buena comunicación. La comunicación es fundamental, en la pareja, para la comprensión y para alimentar el amor. Por ejemplo, las experiencias vividas en el trabajo o fuera del hogar, las vivencias con los hijos, las alegrías y preocupaciones, son temas de conversación, luego para apoyarse en las áreas que necesita sentirse apoyado. Así juntos enfrentan cualquier problema o error.

Estas parejas expresan lo que sienten y los sentimientos son admitidos por el otro, y comprendidos positivamente. Dicen sin miedo a reproches, lo que piensan cuando algo no les parece correcto; y no se avergüenzan de parecer tontos e ignorantes, porque, la confianza es plena. No habrá ninguna actitud que le haga daño, a su único amor.

 Imagen relacionada

4.      Comparten tiempo, juntos. Las parejas felices encuentran tiempo para hacer cosas, juntos. Aunque cada uno tenga actividades que los absorben, planifican de tal modo que exista tiempo para estar juntos. Ponen en primer lugar, el compromiso con el cónyuge, que con amigos. Tienen gestos como llamarse al trabajo, pasarse a buscar, esperarse para compartir una comida o un café, planear momentos especiales.

La persona más importante es Dios y luego mi cónyuge; a mi cónyuge la necesito en todo momento, es mi felicidad. Por lo cual, tengo que cuidar, de todo peligro, aún de los posibles abusos de mis hijos.

5.      En la adversidad están unidos. Las parejas sólidas y felices, en vez de aislarse del problema, se unen para hacer frente a las crisis. Ven cada problema con la realidad que tiene, sin agrandar el problema o la situación.

Han aprendido que Dios siempre tiene sus manos de amor, sobre ellos. Más aun en medio de las grandes tormentas, que solo Dios puede ayudar. En la Biblia, Él comunica sus promesas de amor y contención. Es bueno conocerlas leyendo la misma.

“Jesús dijo: Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo; y una ciudad o una familia dividida en bandos, no puede mantenerse.” (Mateo 12:25). Si hay problemas, no es bueno buscar culpables sino soluciones. Una pareja dividida, va por camino de la derrota y la amargura.

Las parejas felices no dejan que el enojo dure mucho tiempo. La Biblia enseña: “Procuren que el enojo no les dure todo el día.” (Efesios 4:26). A veces es inevitable el enojo, pero no nos dominará la ira, tendremos siempre la salida y por lo cual, antes de ir a descansar, debemos arreglar. Porque, no sabemos si mañana despertamos vivos…

6.      Los dos cuidan y mantienen la atracción física. Aún con el paso de los años se mantiene y disfruta la atracción física. La relación íntima se vive de manera libre, espontánea y satisfactoria. Cuando hay amor, crece el aprecio, nunca muere y no necesitan mirar a otro lado.

Dios creó al ser humano, instituyó el matrimonio, y alienta a las parejas a disfrutar de la atracción física y la relación íntima. Si Dios ha creado el matrimonio, Él sabe qué es mejor para la pareja. Él dice en su Palabra: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para  daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11).

7.      Los dos tienen flexibilidad. Tienen un intercambio comprensivo de posiciones de poder. Según las situaciones y de acuerdo con las capacidades de cada quien, a veces uno y a veces otro ejerce el liderazgo. Tienen sentido del humor, especialmente cuando se trata de enfrentar sus diferencias.

En este caso a veces es necesario ceder en las cosas que uno no puede. Nadie es superior, son iguales y tienen las mismas tentaciones, errores y emociones; por lo cual, en mente tienen ese compromiso de hacer feliz al otro, pase lo que pase.

8.      Poseer valores claros. Se ha comprobado que esto es un denominador común en las parejas estables. La estructura de valores incluye: Integridad, honradez, lealtad, responsabilidad, virtud moral y los principios de la utilidad y el amor.

La palabra de Dios, dice:Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” (Filipenses 4:8-9)

9.      Los dos confían en Dios. El diálogo en cosas profundas une a la pareja maravillosamente. La fe en Jesucristo brinda orientación y fortaleza. La confianza en Dios cambia el carácter, da paciencia y sabiduría en las horas difíciles y ayuda a proteger a la pareja de los grandes peligros que la asechan.

El requisito principal para la felicidad de la familia es la unión con Dios, que es la fuente de toda felicidad en este mundo y en el próximo. Nadie tiene medios más poderosos para ser feliz, el amor viene de Él y por tanto, la única felicidad está en Dios… Los dos unidos, manténganse en comunión con Dios siempre, a través de la oración frecuente.

Como bien alienta la Biblia: “Prueben, y vean que el Señor es bueno.” (Salmos 34:8). “Pon tu vida en las manos del Señor; confía en Él, y Él vendrá en tu ayuda.” (Salmos 37:3).

Conclusión.
Es saludable leer y meditar en la Biblia para obtener claridad y tranquilidad para nuestra vida y hogar. En ella hay orientación para descubrir el camino de la vida y la esperanza. Estúdiela y recibirá grandes beneficios.


Si tiene problema en su pareja, confíe en Dios. Nadie mejor que Él para cambiar el rumbo de la vida y encaminarlo hacia a la felicidad. Ruega a Dios y confía en Él aún más, porque todo depende realmente de Él. Nuestro Señor dijo: "Permaneced en mí, y yo en vosotros…” (Juan 15:4) “... Porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:5). Amén.

Resultado de imagen para hombre mujer caminando por un camino

Comentarios

Entradas más populares de este blog

NO JUEGUES CON EL PECADO

ESTO TIENES QUE LEER, ES PARA TI

VIERNES SANTO