¿ES VERDAD QUE LO QUIERES?
¿ES VERDAD QUE LO QUIERES?
"¿Es verdad
que lo quieres?" Esta pregunta que hizo Jesús al paralítico de Betesda,
desafía a la razón humana... A lo
largo de la vida experimentamos una fuerte lucha, a veces vivimos en constantes
contradicciones. No siempre hacemos lo que decimos. Por ejemplo, decimos que
queremos cambiar de trabajo pero no hacemos nada para buscar otro... Decimos
que queremos estar más sanos, pero, no hacemos ejercicios ni comemos de manera
más saludable… Decimos que queremos darle un giro a nuestra vida, pero,
seguimos haciendo exactamente lo mismo. Pareciera que hay una fuerza que nos
impide hacer lo que queremos…
Necesitamos urgente, la ayuda del Señor. El único camino para la
salvación es Jesucristo. (Juan 14:6). Él mismo dijo: “Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas
19:10): También dice la palabra de Dios: “Así que, si el Hijo os
libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8:36). Cuando
experimentamos esa libertad, podemos decir como Pablo: “Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13). Solo Cristo puede
darnos esa libertad y fortaleza.
La historia en
Juan 5:1-9, nos muestra el encuentro de Jesús con el paralítico de Betesda. En
el versículo 6, dice: “Cuando Jesús lo vió acostado, y supo que llevaba
ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6). ¡Qué
pregunta extraña para un hombre enfermo! Pero Jesús tenía sus razones de
hacerla. Él nos conoce cómo somos los seres humanos, sabe que no siempre
queremos lo que decimos o lo que creemos. Parece extraño que un hombre se
quedase acostado allí por tantos años, cuando hubiera sido posible curarse.
Este hombre estaba acostumbrado a la rutina diario y parece hasta se ha
acomodado a su enfermedad.
Pero, ¿y qué de
nosotros? ¿Alguna vez te pusiste a pensar en esto? A veces le decimos a un
amigo, que queremos deshacernos de cierto pecado. Seguramente el Señor, al
escucharnos, nos preguntaría: “¿Es verdad que lo quieres? ¿O recibes aun
satisfacción de ese pecado que cometes? ¡Librarte de él quiere decir que el
pecado se termina!”. Y a pesar de lo que decimos, en lo profundo de nuestro
corazón, no estamos dispuestos a cortar a buenas y abandonar aquello que
sabemos que está mal en nuestra vida. Siempre esperamos lo peor para dejarlo.
Hoy es día de
salvación, Jesús se acerca a ti y te dice: “¿Es verdad que lo quieres cuando
pides perdón? ¿Es verdad que quieres abandonar tu pecado y sacarlo de tu
corazón en tu vida? ¿Es verdad que quieres abandonar este sufrimiento? Si lo
quieres de verdad: “… LEVÁNTATE, toma tu lecho, y anda.” (Juan
5:8).
Otra pregunta más directa para ti, pudiera ser algo relacionado con la
salvación. A alguien tal vez has dicho, quisiera ser cristiano. Y Jesús, al
oírlo, te diría: “¿Es verdad que lo quieres?” Jesús quiere estar seguro de la
seriedad del deseo. Cristo ha venido a este mundo para ayudarnos, si en
verdad lo quieres. Él va a cambiar las cosas completamente: “Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia, para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16).
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