¿ES NECESARIA LA RELIGIÓN PARA LLEGAR A DIOS?

¿ES NECESARIA LA RELIGIÓN PARA LLEGAR A DIOS?

Mauricio de 36 años se quejaba de haber sufrido la imposición de reglas humanas por diferentes doctrinas religiosas que le dictan has esto o has aquello, decepcionado por no poder cumplirlas decidió abandonar su fe y alejarse de estos grupos religiosos.

Al encontrarse con un amigo, éste amigo al notar que algo andaba mal, le preguntó: “¿Ya no vas a ir más a la Iglesia? ¿Acaso piensas volver atrás como cristiano? ¿Y Dios…?” Estas preguntas le electrizaron y le hicieron reaccionar emocionalmente. Estas palabras golpearon justamente en la llaga de su corazón, justo cuando ya había decidido abandonar la fe en Dios. Pero, ¿Cómo un hombre puede estar en buenos términos con Dios?

 

La mayoría de las religiones del mundo dan esta respuesta: Siendo bueno y haciendo bien. Sus seguidores, con sacrificios y oraciones y ceremonias atrayentes, creen y tratan de apaciguar a los dioses. Pablo dice en los tres primeros capítulos de Romanos que todo eso es en vano. Nadie ni nada de lo que hagan los hombres es aceptable ante Dios: “… No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:12). Todo ser humano es culpable delante de Dios.

Sin embargo Dios ha provisto en Jesucristo una justicia, que el hombre no puede proveer. Cristo ocupó nuestro lugar, ofreció una obediencia completa y perfecta, que nosotros debíamos ofrecer, tomó sobre sí el pecado, la iniquidad y la culpa del hombre; pagó el castigo por el pecado, al morir en la cruz.

Y en la resurrección, Dios tiene un mensaje para todo aquél que cree en su hijo. Dice que sus demandas de justicia han sido totalmente satisfechas por causa de Cristo y a ellos los declara “inocentes”. Quien abre su corazón a Cristo Jesús, perdona todos sus pecados y nos recibe como su hijo amado.

Así que no importa cuán abajo hayamos caído y cuan pesada es la carga de nuestra culpa; si nos rendimos a Cristo en fe sincera, podemos salir a caminar por el mundo con el eco del veredicto de Dios: “No tienes ya culpa. Ve y no peques más”. En Romanos 4:25, dice: “… (Cristo) fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”. Jesucristo hizo una obra completa, el ser humano no tiene que aumentar nada.

La ley dice si cometes pecado, estás perdido y condenado para la muerte; el Evangelio dice, mira ahí está Cristo, Él pagó tus pecados y cumplió lo que tú no podías cumplir. Dios hizo todo esto por amor: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” (Juan 3:16). ¡Qué hermosa noticia! ¿Verdad? Respira profundo y comienza a sonreír, porque Cristo te espera con brazos abiertos para perdonarte.