EL AMOR GENUINO

EL AMOR GENUINO

Muy buenos días y muchas bendiciones de Dios para este día. A la pregunta que me hicieron, hace un tiempo atrás: “¿Qué debo hacer para mejorar mi matrimonio?” Hemos visto que es urgente e imprescindible acudir al Señor. Necesitamos tener ese amor de Dios, para disfrutar de la vida plena en nuestro matrimonio. En 1 Corintios 13:4-7, nos muestra esas virtudes del amor.

Antes de analizar cada virtud del amor, quiero presentarles una hermosa ilustración, que nos ha enviado Andrea Méndez y dice: “Mi abuelo, que tiene 75 años y es casi ciego por las cataratas me dice hoy: “Tu abuela es la mujer más hermosa, ¿a que sí?”. He pensado por un momento y luego le he dicho: “Sí. Apuesto a que de tanto verla ya te habrás acostumbrado”. “Cariño, veo su belleza todos los días. De hecho, la veo más ahora que cuando éramos jóvenes”.

Estoy seguro que, esta pareja de ancianos enamorados, se amaban mucho y estaban unidos entre ellos, en el amor de Dios. Solo así uno puede disfrutar la vida en pareja y ese amor perdura hasta que la muerte nos separe… Ahora, analizaremos cada uno de las virtudes del amor:

 

1. LO QUE ES EL AMOR:

a) El amor es sufrido: La persona sufre, porque ve sufrir a su cónyuge. Se sacrifica por su cónyuge. Paga el precio de la felicidad de quien ama.

b) El amor es benigno: No es maligno. Todo lo que hace, dice y piensa no afecta de mala forma a su amada/o, sino que desea lo mejor para él o ella.

2. LO QUE NO ES EL AMOR:

a) El amor no tiene envidia: Se alegra cuando ve a su cónyuge surgir, porque es parte de su vida.

b) El amor no es jactancioso: Comparte lo que tiene con su cónyuge, porque lo ama.

c) El amor no se envanece: Entiende que todo lo que ha logrado es porque Dios se los ha dado a los dos y no es solo un logro individual. Así lo hace por amor a su cónyuge.

3. LO QUE NO HACE NI BUSCA EL AMOR:

a) El amor no hace nada indebido: No hace nada, absolutamente nada indebido en presencia de su cónyuge, pero tampoco cuando su cónyuge no está a su lado.

b) El amor no busca lo suyo: Aunque otros velen por sus propios beneficios, este amor vela por el bienestar de su cónyuge. Más que el de él o ella. Su tarea es hacer feliz a su cónyuge.

c) El amor no se irrita: La ternura es buena, para comprender los sentimientos del cónyuge. Por amor no quiere dañar a su cónyuge.

d) El amor no guarda rencor: Este amor no solo perdona, pero voluntariamente deja atrás las pasadas heridas y prosigue a la meta.

e) El amor no se goza de la injusticia: Aquél que provoca deliberadamente o se goza de alguna injusticia contra su cónyuge, está lejos de amarla/o.

4. LO QUE HACE EL AMOR:

a) El amor todo lo cree: Manifiesta su confianza y amor en aquella persona que ama. Su fe está en Dios y sabe que todo obra para bien, a los que aman a Dios.

b) El amor todo lo espera: Sabe que a su debido tiempo vendrá la respuesta, no hay porqué inquietar. Está tranquilo/a porque sabe que Dios, quien tiene el matrimonio en sus manos, tiene todo bajo control. “Dios tarda, pero no olvida.”

c) El amor todo lo soporta: En la salud y en la enfermedad, en las tristezas y las alegrías, en la pobreza y en la abundancia, en las buenas y en las malas. Todo lo soporta porque todo lo puede en Cristo que lo fortalece (Filipenses 4:13)

Quiero terminar con otra ilustración de Andrea Méndez, ella escribió en sus anécdotas familiares, lo siguiente: “Hoy mi padre ha fallecido por causas naturales a los 92 años. Encontré su cuerpo descansando tranquilamente en su sillón reclinable. En su regazo había 3 fotografías de mi madre, que falleció hará unos 10 años. Era el amor de su vida, y al parecer la última cosa que quería ver antes de morir…”

La entrega del amor, por aquella persona que amamos, es total y sacrificial, solo la muerte nos separa de esa persona. Cristo nos dice: “… niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígueme.” (Lucas 9:23). Eso es el secreto del amor sacrificado, por el bien de la persona que amamos, sin esperar nada a cambio. Eso es lo que hizo Dios, por cada uno de nosotros: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).

Dios bendiga su matrimonio, no olvide, si necesita ese amor, acuda inmediatamente a Dios. Porque, en Él hay amor incondicional y ayuda en cualquier problema que tenga, en su matrimonio. Separados de Dios, nada podemos hacer; si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para hacerlo. Recuerde que, tomados de la mano de Jesucristo, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. No se arrepentirá de tomar esta decisión. Sin Él estamos perdidos (Juan 15:5; Juan 3:16).