JUNTOS COMO HERMANOS
JUNTOS COMO HERMANOS
La unidad en la
familia es muy importante, es la fuerza para la victoria, en cualquier problema
que uno enfrenta en la vida, allí habita Dios, siempre habrá unidad, amor y
paz. La división es lo contrario a la unidad, es la derrota en cualquier
batalla y allí hay ausencia de Dios y reina la amargura.
La unidad, se
consigue solo con la ayuda de Dios; porque, Él une a la familia en su amor. El
Apóstol Pablo al escribir a la Iglesia de Filipos, dice: “Así que, si Cristo les ha dado el poder de animar, si el amor les
impulsa a consolar a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen
un corazón compasivo, llénenme de alegría
viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y
por un mismo propósito. No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con
humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo.
Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.” (Filipenses
2:1-4 DHH.)
Si la familia
está unida a Dios, el mismo Señor les une en un solo corazón, llenando con Su
amor y cada uno por amor vela por la felicidad de su hermano y ayuda en todo
tiempo. Un día visité a una persona que, recientemente diagnosticaron cáncer
maligno. Y le encontré emocionalmente deteriorado, inmerso en un desconsuelo
total. Al verme, con lágrima en los ojos, me dijo:
-
Pastor, que bien que ha venido, necesito
que ore por mí-
En la
conversación, algo que me llamó la atención, fueron estas palabras:
-
Pastor, me sorprendo, cómo han cambiado
mis hermanos, mis hijos y mi esposa. Me dicen: ¿Quieres ir a pasear? ¿Qué
quieres comer? ¿algo puedo hacer por ti? Cualquier problema económico no te
preocupes, nosotros vamos a ayudarte-
Pero, lo que me
impactó fue, lo que dijo después:
-
¿Por qué no lo hicieron cuando estuve
sano?-
Es verdad y
tiene mucha razón, al preguntarse: ¿Por qué no ayudarse en todo momento? La
palabra del Señor nos insta a tomar en cuenta, la importancia de la unidad en
la familia, como un solo equipo.
No es la voluntad
de Dios vivir en soledad, el Señor es el autor de la familia y sabe que las
personas que componemos la familia, nos necesitamos unos a otros. ¡Él nos
provee fuerzas para esa unidad y el verdadero amor viene de Él! En el mundo no
encontraremos ese amor y esa unidad, más bien cada día vemos que hay familias
que se dividen más y más, y se
encuentran en peleas constantes: Hermanos contra hermanos, padres contra
hijos e hijos contra padres.
El primero de Mayo
de cada año se festeja, el día del trabajador. Y en la ocasión, el año 2017,
recibí una satisfacción y un regocijo inmenso, al ver a mis hijos reunidos, para
compartir la bendición de Dios. Verlos juntos así en familia, es la
satisfacción que todo padre desearía tener. Solo los papás entendemos lo que uno
siente al ver a los hijos unidos, ayudándose entre ellos... Es verdad, lo que
dice la palabra de Dios: ¡Estar unidos en armonía es lo mejor!... Especialmente
en la familia, comprenderse y ayudarse a llevar las cargas de la vida.
La unidad de la
familia en Dios es una fuerza poderosa, en cualquier situación se ayudan a
salir adelante. Tenemos consejos maravillosos, en la palabra de Dios: "... Si ven que alguien ha caído...
ustedes... deben ayudarle a corregirse, pero háganlo amablemente, y que cada
cual tenga mucho cuidado, no suceda que él también sea puesto a prueba. Ayúdense entre sí a soportar las cargas,
y de esa manera cumplirán la ley de Cristo." (Gálatas 6:1-2).
Esa clase de
unidad llega hasta el cielo, es agradable a los ojos del Señor. El salmista
David, dice: "¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!... es como el rocío del monte Hermón,
que cae sobre los montes de Sion. Allí es donde el señor envía la bendición de
una larga vida." (Salmos 133:1-3). En esa unidad hay bendición y
fortaleza.
Qué hermoso,
¿verdad? También, en Eclesiastés, dice: "Más valen dos que uno, mayor provecho
obtienen de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del
que cae estando sólo, pues no habrá quien lo levante!... uno sólo puede ser
vencido, pero dos podrán resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se
rompe fácilmente." (Eclesiastés 4:9-12).
Esta unidad en
la familia bendice a otras familias que les rodean, es luz para aquellos que
sufren en la oscuridad… Esta unidad también se aplica a la familia espiritual
(Los hermanos de la Iglesia). Estar unidos y ayudarse mutuamente es una gran
bendición en la iglesia de Cristo. ¡El cuerpo de Cristo, unido entre sí, marcha
de victoria en victoria!
¡Qué bonita noticia! ¿Verdad? Si no ha recibido a Jesús como Señor y
Salvador, hoy es el día para que lo haga. Recuerde que, tomados de las manos
del Salvador, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y
espiritual. No se arrepentirá de tomar esta decisión. Sin Él no podremos hacer
nada (Juan 3:16; Juan 15:5).
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