APRENDER A DESCANSAR EN DIOS

APRENDER A DESCANSAR EN DIOS

 

Sabemos que la vida, a veces, nos trae sorpresas que no esperamos y nos encontramos con una pregunta ¿qué pasará ahora?... La ventaja y la bendición de una persona, que cree y ama a Dios, siempre encuentra la salida, porque tenemos a la Persona que nos cuida y nos ayuda. ¡Él está a nuestro lado, todos los días de nuestra vida! ¿De quién temeremos? El autor del libro de Hebreos, dice; “… El Señor es mi ayudador, no temeré…” (Hebreos 13:6). Los que confían en el Señor, siempre saldrán airosos.

Recursos cristianos, me envió esta hermosa ilustración, titulado: “Memorándum de Dios”, una parte de este memorándum, dice: “Yo soy Dios. Hoy estaré manejando todos tus problemas. Por favor recuerda que no necesito tu ayuda.  Si te enfrentas a una situación que no puedes manejar, no intentes resolverla. Te pido amablemente que la coloques en la bandeja "Algo que solo Dios puede hacer".

Me encargare del asunto en Mi tiempo, no en el tuyo. Una vez que hayas depositado tu problema en dicha bandeja, no te aferres más a él o pretendas retirarlo de allí.

El aferrarte o retirar tu problema, solo hará que se retrase la solución del mismo. Si fuese una situación que tu consideres puedes manejar por ti mismo; te pido no obstante, que por favor lo consultes conmigo en oración, para que puedas asegurarte de que tomaras la decisión adecuada. Debido a que yo no duermo nunca, ni me adormezco jamás (Salmo121:1-3).

No hay razón por la cual tengas que perder tu sueño en la madrugada a causa de las preocupaciones. Descansa en Mi (Salmo 62:5,6). Si deseas contactarme, estoy a la distancia de una oración…“

¿Te das cuenta? ¡Depender de Dios, es tener toda la ayuda necesaria! o ¿Sientes todavía que no hay quien te ayude? Parte de la solución está en tus manos, confiar el cien por ciento en la Persona que todo lo puede, está con brazos abiertos para socorrerte. La noticia más agradable que puedes escuchar hoy es: Cuando tengas miedo, corre al refugio y mira con tus ojos espirituales, que el Señor está buscándote. Descansa en Él, como David: “Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti. Confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo…” (Salmos 56:3-4). Sabemos que todo va a salir bien, eso es lo que nos dice el Apóstol Pablo: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” (Romanos 8:28).

Tenemos en donde reposar ¿verdad? Como vemos en los Salmos de David: “Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en Él he puesto mi esperanza. Sólo Dios es mi salvación y mi Roca; porque él es mi Refugio, no resbalaré.” (Salmos 62:5-6). Qué alegría. La experiencia personal hasta este momento, respalda lo que digo...

Entonces, cuando hay momentos difíciles en la vida, ¿Dónde está Dios?, la respuesta es contundente, está a nuestro lado para ayudarnos… Podemos citar muchos testimonios de nuestro medio y también ejemplos de la Biblia. Uno de los ejemplos de la palabra de Dios, nos cuenta del naufragio de Pablo. El dijo a los tripulantes: "... anímense, amigos míos, que Dios hará todo tal y como me lo ha dicho." (Hechos 27:25). Lo mismo les digo hoy, Dios está con nosotros, no se desanimen, ni pierdan la vista espiritual de nuestro Ayudador, a pesar de las pruebas que pasamos como Pablo, el Señor está con nosotros.

Termino con esta ilustración: El doctor Andrés Bonar, solía decir que siempre es fácil observar y seguir las pisadas de una persona si andamos muy cerca por detrás de ella, pero que si nos quedamos un poco lejos, resulta más difícil.” De la misma manera, si seguimos de cerca al Maestro nos será fácil ver el camino, pero si tratamos de seguirle de lejos muy difícil nos será conocer cuál sea el sendero de su voluntad.

Muchas bendiciones de nuestro Señor y Salvador Jesucristo para este día.  Si estás pasando por momentos difíciles, descansa en Dios, deja que el amor de Dios llene tu corazón y espera la solución en Dios. Pero, si no has recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para hacerlo. Recuerda que, tomados de la mano de nuestro Salvador Jesucristo, es emprender el viaje de la vida seguro y maravilloso. Sin la ayuda de Dios no será posible, vivir en paz y en armonía. (Juan 3:16; Juan 15:5).