¿DONDE ENCONTRAMOS AYUDA?



¿DONDE ENCONTRAMOS AYUDA?

Resultado de imagen de ayudame dios

Muy buenos días y muchas bendiciones del Señor. Cuando estamos pasando por una situación muy difícil, no sabemos a dónde ir y a quien acudir en busca de ayuda. Primero pensamos en amigos, familiares y en personas que dicen ser los indicados para ayudarnos (Espiritistas y curanderos). En el último caso, piensan en la terrible decisión del suicidio.

Hoy en nuestro devocionario y la lectura de la Biblia, Dios nos ha hecho ver, cómo el menor problema de nuestra vida, nos hace apartar la mirada de Dios. La tensión interrumpe nuestro sueño… Definitivamente, preocuparse no quita los problemas, más al contrario nos quita la paz interior. Con razón Jesucristo nos dice que no nos preocupemos por el día de mañana. ¿Será posible no preocuparse? Parece absurdo. Pero no imposible, el Dios que todo lo ve está a nuestro lado para ayudarnos. Él nos promete estar con nosotros, todos los días de nuestra vida y proveernos todo lo que nos falta.

Él nos cuida, así dice David: “Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.” (Salmos 32:7). Al respecto, en su comentario, el conocido reformador Martín Lutero, dijo: “En todas estas aguas de tribulaciones que me embisten, Tú eres mi roca, sobre la cual estoy parado firmemente, para que aquellas no me ahoguen ni me devoren.” (OL VI, 258).

Sin su ayuda SÍ habrá motivos para deprimirnos. Debemos meditar en esta pregunta: “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:27). Preocuparse es como pagar intereses de una deuda que nunca tuvimos.

Las palabras de nuestro Señor Jesucristo nos levanta el ánimo y tranquilidad: “Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Así que, no se preocupen por el día de mañana…” (Mateo 6:25-34). ¡Qué hermoso mensaje! Cada necesidad y cada problema, con la ayuda de Dios, se arregla a su tiempo. Aprendamos a descansar en el Señor pase lo que pase.

Entonces, ¿A quién tenemos que acudir, en busca de ayuda cuando algo nos preocupa? Piense un momento… ¡Personalmente no encuentro otro ayudador! Cuando Cristo pregunta a sus discípulos: “¿Queréis acaso iros también vosotros?” (Juan 6:67): “… Pedro responde: ¿Señor, a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” (Juan 6:68-69). ¡Digamos como pedro!

Si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Recuerde que, tomados de la mano del Salvador, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. No se arrepentirá de tomar esta decisión. Sin Él estamos perdidos (Juan 15:5).


Comentarios

Entradas más populares de este blog

NO JUEGUES CON EL PECADO

¡CUENTALE TODO A JESÚS!

¡FELIZ DÍA PAPÁ, MERECES EL MEJOR REGALO!