DIOS QUIERE SER PARTE DE NUESTROS PLANES Y PROYECTOS


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Muy buenos días y muchas bendiciones de Dios para hoy… Hablando de proyectos y planes, todos queremos que marche bien ¿Verdad? A nadie le gusta que salga mal. Para esto, necesitamos un respaldo de seguridad, para que no fracasemos en lo que estamos haciendo.

En todo lo que planificamos o hacemos proyectos, surge muchas interrogantes. Por ejemplo: ¿Es correcto lo que estoy haciendo? ¿Saldrá bien?... Cuando en esos planes, invertimos tiempo para hablar con Dios, Él interviene en lo que queremos hacer.

Cuando Dios toma parte de estos planes y proyectos, aún en medio de los obstáculos sale bien. Es muy diferente cuando no es la voluntad de Dios, se sierran las puertas y encontramos obstáculos que se hacen imposibles. En este caso, es necesario reflexionar y reformular nuestros proyectos. Pero, es diferente y refrescante saber que todo en las manos de Dios, sale bien. Continuamos con una sonrisa en los labios y vemos abrirse las puertas de par en par, porque contamos con el apoyo poderoso de Dios.

En otras palabras, es volver nuestra mirada espiritual a Dios, tomar en cuenta a nuestro Padre Celestial en todo lo que hacemos... Si alguien enfrenta un proyecto de trabajo, primero hace cálculos rigurosos para que no falle en la ejecución y luego lleva a Dios, en oración, eso es contar con la ayuda de Dios: "... haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo" (2 Samuel 7:3).

En los treinta y seis años de haber entregado mi corazón a Dios, no he encontrado otro apoyo efectivo que la ayuda de Dios. Si tenemos este favor, todo sale perfecto: "Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien..." (Romanos 8:28). A esto, el Apóstol Pablo subraya con estas palabras: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." (Filipenses 4:13). Todo lo puedo quiere decir, que Cristo es mi fuerza, Él está conmigo. Cuando todo sale bien, decimos como Pablo: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21).


Dios le bendiga, no olvide, separados de Dios, nada podemos hacer Si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Recuerde que, tomados de la mano del Salvador, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. No se arrepentirá de tomar esta decisión. Sin Él estamos perdidos (Juan 15:5). 

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