BAJO LA PROTECCIÓN DE DIOS
BAJO LA PROTECCIÓN DE DIOS
Otro ejemplo, la
sensación de un niño de un año, cuando lo tiras al aire, él se ríe, ¿Sabes por
qué se ríe? Porque sabe que no lo dejarás caer. Eso es vivir confiados en la
protección del Señor.
David sabía
esto, porque él al igual que nosotros pasó por muchos peligros. Dice: “Tu
misericordia es mejor que la vida; por eso mis labios te alaban. ¡yo te
bendeciré mientras tenga vida, y en tu nombre levantaré mis manos! mi alma
quedará del todo satisfecha, como si comiera los mejores platillos, y mis
labios te aclamarán jubilosos al pensar en ti recostado en mi lecho, al meditar
en ti durante mis desvelos. Porque Tú has sido mi socorro, alegre viviré bajo
la sombra de Tus alas. Mi alma está apegada a Ti; tu mano derecha me brinda
apoyo.” (Salmos 63:3-8).
Rescato una
parte de las palabras de David, dice: “… Porque Tú has sido mi socorro, alegre
viviré bajo la sombra de Tus alas. Mi alma está apegada a Ti; tu mano derecha
me brinda apoyo.” Confianza total en el Señor, no encuentro término
medio o que diga alguna vez tuve ayuda. Más bien resalta su completa confianza
en Dios, él está feliz por vivir bajo la protección de Dios. En Salmos 91:1-2,
dice: “El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso,
dice al Señor: Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!” (DHH)
Un hombre lloraba
y sufría por la salud de su madre. Aquella mujer, golpeada por la vida, no pudo
resistir el duro impacto en su cerebro y cayó fulminada en agonía de muerte.
Este hombre dice que, al conocer la noticia, escuchó en su corazón la siguiente
pregunta: ¿Qué harás? Su respuesta fue: “Te tengo a Ti Señor, Tú lo harás por mí.”
Pocos días después, este hombre, abrazaba y caminaba junto a aquella mujer... Y
dice este hombre: Mi madre estaba sana y caminaba junto a mí. Ante el asombro
de todos, mi respuesta a fue muy sencilla: ¡Para Dios todas las cosas son
posibles!”… La fe y confianza en el Señor salvaron a su madre.
Y tú, ¿Cómo te
encuentras? ¿Tu vida, tiene esa alegría de vivir bajo la protección de Dios? Si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy
es el día para que lo haga. Recuerde que, tomados de la mano del Salvador,
emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. No
se arrepentirá de tomar esta decisión. Sin Él estamos perdidos (Juan 15:5).
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