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Mostrando las entradas de octubre, 2020

¿QUÉ HAGO PARA TENER PAZ EN MI CORAZON?

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  ¿QUÉ HAGO PARA TENER PAZ EN MI CORAZON? Un pastor cuenta su experiencia: “Juan se sentó delante de mí en una silla, su cara mostraba un radiante esplendor, se secaba sus lágrimas, y su corazón estaba lleno de una dulce sensación de paz.   Él me miró y dijo: Wil, ¿Tú dices que todos mis pecados son perdonados? ¿Todos ellos? Yo le contesté: Sí Juan. Todos ellos. Todos los pecados que  hayas cometido en el pasado, presente y futuro son perdonados.  Después preguntó algo que nunca olvidaré .  ¿Por  qué lo hacemos tan difícil?” Es verdad, el hombre tiene la tendencia de complicar las cosas espirituales más que lo que Dios intenta hacer. Sin embargo, Jesús en su infinita misericordia nos sigue buscando, de todas formas, para llevarnos a su lado y de esa manera vivir en paz con Dios.  Dios te ama y quiere que tú experimentes Su paz y vida dentro de tu corazón. Él desea tener una íntima y eterna relación contigo. La Biblia dice:  “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su

¡B U E N A S N O T I C I A S!

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  ¡B U E N A S    N O T I C I A S! (El amor de Dios es incondicional)   (Juan 3:16-17)   Sabemos que nuestra lucha no es contra personas humanas, “… sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales”. (Efesios 6:12). Enfrentamos duras batallas cada día: “ … el diablo… anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. (1 Pedro 5:8). A veces en ese enfrentamiento quedamos muy afectados y nos deja decaidos. El propósito del enemigo es debilitarnos que nos sintamos solos, que dudemos de que Dios no está con nosotros y no tengamos comunión con nuestro Señor Jesucristo, también quiere alejarnos de la communion con nuestros hermanos. Pero, el amor de Dios es mas grande y fuerte que el temor (1 Juan 4:18), sobrepasa todo entendimiento (Efesios 3:19). Si nos damos cuenta de esta ayuda ponderosa, nuestro corazón reboza de gozo y fortaleza. Voy a