¡AUNQUE OLVIDE ELLA, YO NUNCA ME OLVIDARÉ DE TI!
¡AUNQUE OLVIDE ELLA, YO NUNCA ME OLVIDARÉ DE TI! Hace años una joven madre viuda, viajaba a pie por las montañas de Escocia cuando le sorprendió una tempestad de nieve que le impidió llegar a su destino. A la mañana siguiente la hallaron helada, los rescatistas descubrieron que se había quitado toda su ropa exterior para abrigar con ella a su hijito a quien encontraron vivo, gracias a tal protección. El Pastor que ofició el entierro de esta madre abnegada, solía contar con frecuencia esta historia como ilustración del amor de Dios. Una noche el Pastor contó una vez más, esta emocionante historia y pocos días después recibió recado para visitar a un hombre muy enfermo quien le dijo: Usted no me conoce, porque aunque he vivido muchos años en esta ciudad nunca asistía a las iglesias; pero el otro día pasé por delante de su Iglesia y oyendo contar la historia de esta madre que dio la vida para salvar a su hijo y explicó usted tan claramente que tal amor es una ilu